5 estructuras para dirigir el crecimiento de tus plantas

Por Perla Sofía Curbelo Santiago

Una parte importante del proceso de siembra es considerar las estructuras que podrían servir de apoyo para tus plantas.

Entre los factores que determinarán el tipo de estructura a utilizarse están: el hábito de crecimiento de la planta, si es de tallo único o múltiple, su etapa de madurez y su ubicación, entre otros.

Foto por Sarah Bronske en Unsplash.com

 

Filodendro. Foto: Unsplash.com

Algunas plantas necesitan más apoyo que otras porque son enredaderas; son plantas altas con flores y follaje pesado o porque están expuestas a fuertes corrientes de viento.

En las tiendas podrás encontrar una amplia variedad de estructuras de apoyo para tus plantas. Desde pérgolas, arcos y espalderas, hasta trípodes y vallas. También podrías optar por construirlas tu misma o hasta sembrarlas. Por ejemplo, plantas como el maíz servirían de apoyo para algunas variedades de habichuelas en tu huerto.

Estructura “tres en uno”. Combina asiento, pérgola y espalderas. Foto: Agrochic

 

Estructura de apoyo que combina pergola y espalderas. Foto: Agrochic

Además del tipo de planta, es importante que consideres el propósito de la siembra y/o arreglo en tiesto o en el banco de siembra; el espacio disponible; el mantenimiento que conllevaría; y, finalmente, tu presupuesto.

Con solamente sujetar un tallo a un poste o las ramas de una planta a una pared estarás ayudando a dirigir su crecimiento y mejorar su aspecto.

También, hay plantas que una vez cuentan con una estructura de apoyo, su crecimiento será mucho más rápido, producirán más flores y frutos, y éstos a su vez estarán mejor protegidos que estando cerca del suelo.

 

Espaldera formada por varillas individuales y sujetadas a la pared. Foto: Agrochic

 

A continuación, cinco (5) estructuras de apoyo que podrías utilizar para tus plantas y árboles en recipientes:

1. Poste o estaca sencilla– Por lo regular, las utilizamos con plantas de tallo único que eventualmente crecerán leñosas. La vara se coloca cuando el árbol es joven para protegerle contra ráfagas de viento y evitar que crezca torcido. Es usual utilizarlas con frutales.

Árbol de higo de un solo tallo con soporte de una estaca sencilla. Foto: Agrochic

2. Trípode– Agrupa tres varas y las sujetas en el tope con una tira plástica o soga. Por lo regular, se utilizan varas de bambú u otra madera resistente. El material podría variar. Puedes crecer tus narturtium (flores de capuchina), habichuelas o hasta plantas de fruto, como los tomates cherry, cuya variedad sea de crecimiento indeterminado.

Trípode en tiesto utilizando varas de bambú amarradas con tiras plásticas en el tope. Foto: Agrochic

 

Habichuelas se enredan en estructura tipo “teepee”. Foto: Agrochic

3. Espaldera– Esta estructura es ideal para cualquier enredadera y plantas de tallos múltiples. Puedes utilizarlas con plantas de hibiscus, mandevillas, trinitarias y jazmines, entre otras. También podrías utilizarla con algunas de tus hortalizas, como espinacas o pepinillos.

Planta de clemátides crece en espaldera o “trellis”. Foto: Agrochic

4. Anillos– Por lo regular, se utilizan para crear topiarios llamativos con plantas de crecimiento tipo enredadera, y cuyo propósito es solo ornamental. Se recomienda el uso de un material resistente como acero. Pero también podrías utilizar alambres si los tallos de la planta no son muy pesados. Utiliza este tipo de estructura con plantas como pothos, filodendros o jazmines.

Anillo en hierro para enredadera de jazmín en tiesto de terracota. Foto: Agrochic

5. Soportes vivos o living trellises– En su libro Plant Partners: Science-Based Companion Planting Strategies for the Vegetable Garden, Jessica Walliser explica que para que un soporte vivo funcione, se siembran dos especies de plantas juntas tomando en consideración sus hábitos de crecimiento individual. Uno de los cultivos se selecciona por su estructura estrecha y fuerte, mientras que el otro se selecciona por crecer en forma de enredadera.

Por supuesto, es importante planificar y sembrar con anticipación el cultivo que servirá de apoyo para tus plantas. Sobre todo si quieres que la cosecha de ambos coincida.

 

En el caso de los cultivos en tiesto, integra las estructuras de apoyo lo antes posible para así evitar lastimar las raíces o ramas de tus plantas. Para facilitarte el proceso, añádelas con la tierra húmeda.

Por último, recuerda considerar qué tamaño tendrá tu planta una vez madure para así determinar cuál será la mejor estructura para tu cultivo.

 

 La autora es fundadora de Agrochic.com y está certificada en Terapia Hortícola por el Chicago Botanic Garden

 

 

 Fuentes consultadas:

 Guía completa de jardinería en macetas (Blume), de Susan Berry y Steve Bradley.

Guía práctica de jardinería (Libsa), de Jonathan Edwards.

Plant Partners: Science-Based Companion Planting Strategies for the Vegetable Garden (Storey), de Jessica Walliser.