Petrea volubilis en tu patio
Consejos prácticos para su cultivo y mantenimiento
Por Perla Sofía Curbelo-Santiago
La Petrea volubilis es favorita de aves, mariposas y abejas. En mi patio la frecuentan el zumbador verde (Anthracothorax viridis) y la reinita común (Coeraba flaveola). Y para mí, es una planta que evoca romanticismo y me recuerda también a la hermosa y muy parecida glicina (Wisteria sinensis).
Pertenece a la familia de las verbenáceas, por lo que es pariente de la planta de Lantana camara (cariaquillo).
En este artículo aprenderás sobre:
- Características de la Petrea volubilis y por qué es una trepadora espectacular para tu patio.
- Cómo plantarla correctamente para que crezca fuerte y saludable.
- Cuidados esenciales: riego, luz, suelo y fertilización.
- Plagas y enfermedades comunes.
- Ideas para incorporarla en tu patio y sacarle el máximo provecho.
- Cómo adaptar el cultivo de la Petrea volubilis en balcones y terrazas.
- Cómo utilizarla para atraer polinizadores.
- Tipos de Petrea volubilis.
- Propagación de la Petrea volubilis.
Mi planta de Petrea tiene poco menos de dos años y está sembrada en un tiesto de 15 galones; apoyada a una espaldera o trellis de madera, que muy pronto sustituiré por un soporte más fuerte y duradero. La compré cuando estaba en un tiesto de 6 pulgadas. Su primera florecida fue a partir de su primer año.
Desde hace mucho tiempo quería hacerme de la planta para transformar un nuevo rincón verde en mi patio. Y poco a poco lo estoy logrando. En este momento, me sirve de fondo (background) entre un muro y una silla de descanso.
Este es el tipo de planta que con las condiciones adecuadas podrías adaptar incluso a una terraza o balcón si la guías por la barandilla o a una columna, pues sembrada en recipientes, podrás mantenerla a un tamaño fácil de controlar. Libre en su hábitat regular podría crecer entre los 25 a 40 pies de alto.
Precisamente, por ser una enredadera leñosa y de crecimiento rápido, la Petrea es muy utilizada en jardines ornamentales. Es nativa de México, Suramérica y las Antillas. Su nombre botánico honra la figura de Lord Robert James Petre (1713-1743), un mecenas inglés de la botánica y la horticultura.
Por lo regular, la Petrea requerirá de poda de formación y estructuras de apoyo como pérgolas, vallas, columnas, arcos y sobre techos para su crecimiento óptimo.
Cabe destacar que la segunda parte de su nombre botánico volubilis significa en latín “retorcido”, en referencia a su hábito de crecimiento. Pero también podrías podarla y mantenerla como arbusto en un tiesto o utilizarla en la práctica del arte del bonsái.
La espectacular florecida de la Petrea

Cada racimo de la Petrea podría tener 15-30 flores. A la derecha, una planta de Petrea volubilis a la venta en un festival de flores. Fotos: Agrochic.com
El atractivo principal de la Petrea son sus abundantes racimos de flores en color púrpura; cada uno con 15-30 flores. Cada flor tiene dos partes, la corola, muchas veces imperceptible, la cual tiene cinco pétalos pequeños, suaves y con bordes redondeados. Es aquí donde está el néctar que atrae a los polinizadores.
Esta pequeña flor se desprende a los pocos días de abrir, dejando a la vista el cáliz, la parte más visible y en donde se encuentra la semilla. Para recolectarla, debes esperar a que el cáliz seque por completo en la planta y luego extraerla de su interior.
Esta parte de la flor tiene cinco pétalos grandes y delgados en forma de estrella, también en color violeta. Según va secando cambia de violeta, verde claro hasta grisáceo.

Cuando las flores de la Petrea empiezan a secar, van de violeta, verde hasta grisáceo como se aprecian en la foto de la izaquierda. Fotos: Agrochic.com
Las flores de la Petrea resultan ser un imán para los polinizadores así que es una planta ideal para colocarla en jardines temáticos y mariposarios.
También, podrías utilizar los racimos de sus flores para crear arreglos, aunque estos no duren mucho tiempo en el agua. Y, si te gustan las manualidades, prensa sus flores o déjalas secar para utilizar en numerosos proyectos y decoraciones.
Es importante destacar que la Petrea también florece en color blanco. Esta variedad se le conoce como Petrea volubilis ‘Albiflora’, pero es muy raro encontrarla a la venta en los centros de jardinería de Puerto Rico.
Otro atractivo que tiene la planta es su follaje verde oscuro y áspero. Sus hojas parecen lijas al tacto, por lo que en algunos países como Costa Rica, son utilizadas para limpiar y brillar ollas, sartenes y utensilios. De ahí que reciba también el nombre común de “raspaguacal”.
Esta textura contrasta con las nuevas hojas de la planta en color marrón cobrizo, que son suaves y velludas al tacto.
Sobre su cultivo y mantenimiento

El hábito de crecimiento es tipo enredadera, por lo que la planta necesitará estructuras de apoyo y podas para guiar su crecimiento torcido. Fotos: Agrochic.com
En Puerto Rico, una planta madura de Petrea, si se mantiene en un área soleada podría florecer casi todo el año, aunque unas estaciones más que otras. Es común verla florecer desde finales de la época de invierno, y llenarse por completo con sus racimos de flores en la primavera y verano, mermando en el otoño.
Si vives en los Estados Unidos, la Petrea es resistente a la época de invierno en las zonas 10 y 11. De lo contrario, será necesario protegerla en el interior de un invernadero o solarium en lo que pasa la época de frío.
Además de pleno sol, la Petrea necesita cultivarse en un suelo húmedo, fértil y bien drenado. Si la mantienes en un tiesto, es importante proveerle riego constante, sobre todo cuando está en plena floración y expuesta a las altas temperaturas y condiciones ventosas, como suele suceder en zonas costeras.
Para promover su florecida, podrías aprovechar el riego para diluir en el agua un fertilizante orgánico alto en fósforo, que es el nutriente que estimula la formación de flores. La frecuencia del riego y la aplicación del fertilizante podría variar dependiendo de la época y dónde estés cultivando tu planta. Recuerda siempre seguir las instrucciones del manufacturero.

Podrías apoyar y asegurar tu Petrea a estructuras como muros, vallas, columnas, pérgolas, techos y hasta barandillas en balcones. Fotos: Canva.com
En cuanto a su propagación, la Petrea puede multiplicarse por semillas, acodos y esquejes. Este último es uno de los métodos más utilizados, donde cortas ramas jóvenes (no leñosas) de la planta y las propagas en alguna mezcla de sustrato húmedo hasta que eche raíces y esté lista para su trasplante, ya sea en tiestos más grandes o directo al suelo.
Por último, la Petrea es una planta que no presenta serios problemas de insectos o enfermedades, pero si se descuida su mantenimiento podría ser susceptible al moho, las cochinillas (scale) y a la mosca blanca (mealybugs).
Una alternativa de tratamiento orgánico para tus plantas y árboles es el uso de aceite de neem.
Si estás buscando añadir más plantas florecedoras a tu patio, transformar con el tiempo una fachada o crear un ‘rincón verde’ con la ayuda de una enredadera, te recomiendo a ojos cerrados la Petrea. Claro está, te sugiero comprarla pequeña, pues una planta ya madura podría costar sobre $100 en el centro de jardinería.
Estoy segura que disfrutarás de ella con cada florecida.

La Petrea es muy parecida a la glicina (Wisteria sinensis), arriba. Puedes inspirarte en el uso ornamental de esta planta para decorar fachadas, caminos y rincones en el patio de tu hogar. Fotos: Canva.com
Fuentes adicionales consultadas:
América Tropical en Flor (Publicaciones Gaviota), de Ozzy Maldonado.
La autora es conferenciante sobre cómo preparar y maximizar nuestros patios y jardines para integrar ‘garden breaks’ a nuestra vida diaria. Es fundadora de Agrochic.com y está certificada en Terapia Hortícola por el Chicago Botanic Garden desde 2019. Además, es autora del libro ¡Verdura! Jardinería para tu bienestar (Cool Springs Press). Disponible también en inglés.
2 Comments
Ineiza M Cáez
1 semana agoDefinitivamente que esta en mi lista para un proyecto en mi hogar.
Perla Sofía Curbelo Curbelo
7 días ago¡Verdad que es hermosa! Una vez empieza a florecer sabes que el esfuerzo en su cuido vale la pena.