Conoce los diferentes métodos para multiplicar tus plantas favoritas

Por Dania Rivera Ocasio

Antes de comenzar a propagar, debes conocer que hay dos tipos de propagación: la sexual y la vegetativa. La propagación sexual se realiza utilizando semillas y conlleva combinación de genes entre las plantas.

Por otro lado, la propagación vegetativa maneja partes de la planta como cortes (ya sea de hoja, tallo o raíz) para crear plantas nuevas. También se utiliza la división de plantas, los acodos, los injertos y la micro propagación como métodos de multiplicación vegetativa.  

La propagación sexual de las plantas ocurre en la flor.

Éstas tienen una parte femenina (Pistilo) y una parte masculina (Estambres). En muchas plantas, cuando ocurre la polinización se combina el polen de una flor con otra y ahí es que ocurre la combinación genética.

Flor de hibisco.
                                                                            Flor de hibisco. Foto: Unsplash.com

Cuando te comes una fruta deliciosa, tienes en tus manos la parte femenina, pero la semilla lleva los genes de otra flor, tal vez de otra planta con una fruta no tan buena. Las semillas que compramos de flores y vegetales son semillas de plantas estables en las que se puede certificar que serán de la misma calidad que las que te muestran en el catálogo.

Abeja con polen.
                         El polen adherido en el cuerpo de la abeja es transportado a cada flor que ésta visita. Foto: Unsplash.com

Por otro lado, si queremos combinar dos plantas ésta es una manera fácil de hacerlo, colocando el polen de una flor en el estigma de la otra flor.

La propagación vegetativa.

Es donde la plántula generada será idéntica a la planta madre.

Por ejemplo, en el caso de los cortes de tallo o esquejes, éstos producen raíces adventicias y formará una planta nueva y en la etapa de crecimiento que se encontraba la planta madre. Es por esto que cuando propagamos un corte de un árbol frutal cuando ya está produciendo frutas, obtendremos una nueva planta lista para producir tan pronto esté en la época y tenga el tamaño adecuado.

En la jardinería se utilizan todos los métodos de propagación. Utilizamos semillas para las plantas anuales y flores de corte que conseguimos fácilmente en los catálogos. Algunos ejemplos son: los girasoles, las celosías, los claveles o marigolds, las miramelindas y las petunias.

                                                                                            La planta celosía. Foto: Unsplash.com

La utilización de cortes para propagar plantas ornamentales las hemos visto en crotones, cruz de malta, trinitarias y otras plantas leñosas. La propagación por corte de hojas las conocemos con la propagación de suculentas. Otras plantas se pueden propagar por cortes de raíz.

Variedad de plantas suculentes.
                                                  Las suculentas pueden propagarse por sus hojas y tallos. Foto: Unsplash.com

En el caso de los cactus vemos cómo se utilizan mucho los injertos. Son muy populares en los jardines centro al ver la combinación de un cactus columnar con otro en forma globular o asimétrica. Esto lo podemos distinguir especialmente en los que tienen cactus con topes de colores. Cabe mencionar que estos son pintados artificialmente.

Variedad de cactus coloridos.
                                                                   Variedad de cactus florecidos. Foto: Unsplash.com

Otro tipo de propagación es por división.

Ésta se realiza de una planta y nos puede generar dos a cuatro plantas dependiendo del tamaño a dividir. Se dividen mucho las plantas que tienen numerosos tallos en la base y raíces adventicias como las gramas ornamentales.

También se considera división la separación de “hijos” de las plantas madres que es otra forma de propagación vegetativa. Muchos de estos son tallos o raíces que tienen la capacidad de producir fácilmente plantas nuevas. Por ejemplo, las bromelias, orquídeas y mala madre.

Los acodos son menos comunes en la jardinería.

Éstos requieren tener acceso a la planta madre, no como las demás formas de propagación donde puedes llevarte el pedazo y cuidarlo en tu hogar. En el caso del acodo aéreo debes formar una bola de raíces en la rama de la planta para luego cortarla, separándola y entonces creas una planta nueva.

Esta una manera segura de obtener plantas, pero probablemente solo podrás hacer unas pocas. También está el acodo tipo trinchera, donde tomas una rama que está cerca del suelo la “acuestas” sembrándola dentro del suelo anexo (puedes ponerlo en un tiesto al lado también). En cada nudo de la rama se formarán plantas nuevas que luego puedes separar y resembrar. Este proceso también es útil para enredaderas o plantas con tallos flexibles como la hiedra.

Cada planta y especie tiene su forma más exitosa de propagación.

La autora es doctora especialista en horticultura ornamental. Trabaja con el Servicio de Extesnión Agrícola de la Universidad de Puerto Rico.