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Pajarea

El pajarear o birdwatching es un pasatiempo para toda la vida que puedes practicar independientemente de tu edad, movilidad y circunstancias de vida. Lo puedes hacer desde cualquier lugar, siempre y cuando haya naturaleza en tus alrededores.

Observar pájaros, aunque sea desde una ventana, puede contribuir a tu salud mental, aumentar tu actividad física, ayudarte a apreciar más la naturaleza, aumentar tu conocimiento y hasta tus oportunidades de socialización.

Aprovecha esta actividad para estirar tu cuerpo y cambiar de posición, descansar la vista y hasta inspirarte.

• Cómo: Si tienes acceso a una ventana o jardín con vista hacia un paisaje natural, levántate de tu silla y camina hacia ese espacio. Pon tu teléfono en “modo de avión”, y úsalo solo para llevar constancia del tiempo de duración de tu pausa.
• Fíjate: Si estás en un espacio exterior, pregúntate si puedes escuchar el trino de algún pájaro o varios de ellos; aún si estás en un espacio de interior, ¿puedes escucharlos? Trata de encontrar los pájaros con tu vista (cuenta cuántos ves; sus colores; y sus tamaños). Si te da tiempo, concéntrate en su conducta.
• Post Break: Una vez concluya el tiempo programado de tu pausa, pregúntate cómo te sientes; ¿repetirías la actividad por más tiempo? ¿Qué te llamó la atención de lo observado en el paisaje, pero también en ti?
• Sugerencias: Documenta tus observaciones en una libreta, realiza un dibujo rápido de lo que puedas recordar de una de las escenas observadas como también de tus sensaciones. Busca información sobre alguna de las aves observadas. Practica esta actividad desde tu hogar, parque o área verde en tu lugar de trabajo.

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Meditación

Puedes realizar una meditación de pocos minutos y en cualquier lugar; con los ojos abiertos o cerrados; con guía o por tu cuenta. Es una excelente actividad para reducir el estrés en poco tiempo y podría ayudarte a manejar mejor tu día, como también a lidiar con los síntomas de algunas condiciones de salud.

Entre los beneficios más comunes que reportan las personas que practican algún tipo de meditación está experimentar un sentido de calma y paz interior.

De acuerdo con recomendaciones de personal experto de la Clínica Mayo, las personas que utilizan la meditación para relajarse también reportan beneficios emocionales como el adquirir nuevas perspectivas ante diferentes circunstancias; se enfocan mejor en el presente; las emociones negativas se reducen; se sienten más creativos; y tienen mayor paciencia y tolerancia.

Aprovecha esta actividad para estirar tu cuerpo y cambiar de posición, descansar la vista y calmar tu mente.

• Cómo: Si estás en un espacio privado y alejado de otras personas, levántate de tu silla, estira tu cuerpo y utiliza el piso para sentarte. Si no te es posible, hazlo sentado. Esta es una excelente oportunidad para cambiar de escenario, salir al patio o área verde de tu lugar de trabajo. Pon tu teléfono en “modo de avión”, y úsalo solo para llevar constancia del tiempo de duración de tu pausa. También lo podrías usar para poner música que te ayude a relajarte por unos minutos. Utiliza audífonos si estás en un espacio público. Esto también te ayudará en tu proceso de concentración.
• Fíjate: Si estás en un espacio exterior y accesible a la naturaleza (patio, jardín), y no llevas audífonos, enfócate en un sonido en particular (aves, el viento, el agua de una fuente); presta atención a tu respiración y postura. No pasa nada si te distraes, la meditación es una práctica.
• Post Break: Una vez concluya el tiempo programado de tu pausa, pregúntate cómo te sientes; ¿repetirías la actividad por más tiempo? ¿Qué te llamó la atención? ¿Podrías identificar qué te facilitó el proceso de meditación, o qué no fue de ayuda? ¿Qué cambiarías la próxima vez?
• Sugerencias: Identifica un espacio que te provea una sensación de privacidad; que sea fresco; que tenga un punto focal (un árbol, una fuente, una planta en tiesto); libre de desorden; una silla o área cómoda; si tiene plantas, mucho mejor. Practica esta actividad desde tu hogar, parque o área verde en tu lugar de trabajo. Realiza una meditación corta y al aire libre, antes y después de una reunión o conversación importante.

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Riego

Aunque sea una planta, el riego es una estupenda oportunidad para distraer nuestra atención voluntaria hacia una actividad que literalmente nos refrescará. Además, estaremos enfocándonos en otro ser vivo y dejaremos de pensar, temporeramente, en nosotros.

Como las plantas, nosotros los seres humanos también necesitamos agua para sobrevivir. La deficiencia de agua en nuestro cuerpo podría afectar el funcionamiento de nuestros órganos; alterar nuestras emociones y también facultades mentales.

Al igual que las plantas, no todos necesitamos la misma cantidad de agua en nuestro sistema, la cantidad podría depender del día, nuestra actividad física, nuestro peso, nuestra salud y hasta dónde vivimos o trabajamos.

Aprovecha esta actividad para estirar tu cuerpo y cambiar de posición, descansar la vista y refrescar tu mente.

• Cómo: Si tienes plantas en tu oficina o área de trabajo, aprovecha para levantarte de tu silla, estirar tu cuerpo y, de paso, hidratarte tú también con agua. Pon tu teléfono en “modo de avión”, y úsalo solo para llevar constancia del tiempo de duración de tu pausa. Busca una regadera o recipiente con agua.
• Fíjate: Dependiendo del tipo de planta, toca el sustrato (tierra) para asegurarte que esté completamente seco o que ya sea tiempo de humedecerlo. Esto lo puedes hacer con tus dedos o utilizando una vara de madera que introducirás hasta el área de las raíces. Si la vara sale seca, tu planta necesitará riego profundo. Algunas plantas, como las tillandsias o air plants, solo necesitarán que se les rocié agua a través de un atomizador.

Si tus plantas no necesitan riego, puedes utilizar este corto tiempo para limpiar sus hojas con un paño húmedo. La acumulación de polvo sobre y debajo de las hojas tapa los poros (estomas) lo que podría afectar la salud de tu planta; remueve hoja secas o enfermas; y rota el tiesto para balancear el crecimiento de la planta.

• Post Break: Una vez concluya el tiempo programado de tu pausa, pregúntate cómo te sientes; ¿tienes tantas plantas que necesitas más tiempo? ¿A cuántas plantas pudiste prestar atención? ¿Descubriste algo nuevo de tu planta? ¿Qué otras atenciones necesitan tus plantas?
• Sugerencias: Anota en una libreta alguna de tus observaciones y/o cuidados extras que necesita tu planta (más sustrato, trasplante a un nuevo tiesto, nueva ubicación, poda de mantenimiento) y utiliza tu próxima pausa para atender uno de estos asuntos a través de una consulta online o preguntándole a otra persona.

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