Cómo el cuidado de las plantas ayuda en tu bienestar

Por Perla Sofía Curbelo-Santiago

Plantas para tu autocuidado.

Cuidar de nuestras plantas, en interior o exterior, es la oportunidad perfecta para cuidar aún más, y conscientemente, de nosotros mismos.

Existe un cúmulo de información científica que valida que interactuar con plantas, así como en otras actividades relacionadas con la naturaleza (caminar en un bosque, ir a la playa, cuidar de animales) impacta  positivamente nuestro bienestar físico, mental y emocional, y con efectos acumulativos.

Muchas veces, nuestra agenda de compromisos diarios nos deja poco tiempo para prestarnos atención. Tendemos a cuidar más de otros que de nosotros mismos, cuando la realidad es que si no tenemos un óptimo funcionamiento, eventualmente, quienes nos rodean también sentirán el deterioro. Esto incluye a nuestros familiares, compañeros de trabajo y, por supuesto, a nuestras plantas.

Si ya cuentas con tu propia colección de plantas, desde houseplants, un huerto casero o un jardín de flores ornamentales, ya tienes las herramientas básicas para tu autocuidado.

Como ya sabes, el régimen de cuidado de cada una de tus plantas dependerá de una variedad de factores: necesidades básicas de cada planta, lugar de siembra, el tipo de suelo (si lo tiene), disponibilidad de luz, época, localización geográfica, fertilización, y tú. Sí, es necesario que te sumes a la ecuación de siembra para aumentar las probabilidades de éxito de tus plantas.

Por supuesto, existen factores que no podrás controlar, pero cuando te involucras conscientemente en el régimen de cuidado se te hará más fácil prevenir y mitigar, en vez de hacer las cosas de forma mecánica o en reacción a las circunstancias. Esto solo traerá más estrés a tu vida y a tus plantas.

Precisamente, cuando estés en medio de las tareas de mantenimiento para tus plantas, aprovecha esta oportunidad (ya sea que te tome 5 minutos o más de una hora) para revisar tu propio bienestar.

Aquí te comparto una lista de seis tareas de mantenimiento que podrías utilizar como base para tu checklist rutinario. Para cada tarea te explico por qué es necesario para tus plantas y también te sugiero cómo podrías aplicarla a tu propia vida. Puedes hacer este ejercicio individualmente o podrías compartirlo con otra persona, dándose apoyo mutuo.

 

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¿Estás cómoda en donde te encuentras hoy día? Foto: Unsplash.com

1. Trasplante– reasignar una planta de un espacio a otro podría hacer la gran diferencia para su desarrollo saludable y óptimo. En ocasiones, la planta necesitará moverse a un espacio más soleado o con más sombra, dependiendo de sus requisitos de siembra. Si es un trasplante de un recipiente a otro, es importante que la planta tenga el espacio mínimo requerido para el crecimiento saludable de sus raíces.

De lo contrario, éstas crecerán dando vueltas dentro del mismo tiesto sin el suficiente volumen de tierra de dónde absorber sus nutrientes. Pero si el espacio resulta muy grande para la planta, se perderán recursos valiosos como sustrato, fertilizantes y agua, de manera innecesaria.

Reflexión de autocuidado– cuando nos encontramos en `lugares´ inadecuados también podría provocarnos estrés, y a veces sin darnos cuenta. Aprovecha el momento en que estés trasplantando para pensar sobre dónde estás ahora (una relación, trabajo, casa) y pregúntate si estás echando raíces ahí; si estás floreciendo; si estás recibiendo abono para seguir desarrollándote, o si te sientes que no estás progresando.

Ahora, lo más importante: la acción. ¿Te quedarás en el mismo tiesto o te moverás a uno más grande, más pequeño o quizás del mismo tamaño, pero de mejor calidad? De acuerdo con lo que quieres y sabes que necesitas, crea tu plan de acción, busca ayuda y ejecuta.

 

¿Qué necesitas cortar de tu vida hoy? Foto: Pixabay.com

2. Poda– cuando nos referimos a podar podría ser el remover desde ramas, tallos, raíces, flores o frutos. En ocasiones, debemos podar nuestras plantas para eliminar partes secas o enfermas; para dar un estilo particular; estimular el crecimiento de la planta, reenfocar su energía a la producción; o eliminar partes que obstruyen la circulación del aire y el paso de la luz a un área del jardín.

Un aspecto importante de la poda es saber en qué área de la planta vamos a realizar el corte, el tipo de corte y la mejor herramienta para llevar a cabo dicha tarea. Tenemos que recordar que al podar estamos infligiendo una herida a la planta. Así que mientras más rápido selle la misma más probabilidades para que la planta sane sin riesgo a enfermarse y morir.

Reflexión de autocuidado– en nuestra vida también nos podemos encontrar con personas, hábitos y hasta adicciones que sabemos nos están perjudicando o simplemente no nos dejan crecer. Nos encontramos con personas que consciente o inconscientemente succionan cada gota de energía en nosotros. Muchas veces lo único que se requiere es una poda sencilla, pero en ocasiones debemos cortar de raíz para un presente y futuro de mayor bienestar. A nivel profesional, esto podría ser reducir el exceso de trabajo. Dejar tareas en la oficina y no llevarlas con nosotros a casa; incluso cortar las horas de conectarnos a las redes sociales o Netflix para dar paso a otras actividades.

Ahora, lo más importante: la acción. De acuerdo con lo que quieres en tu vida y sabes que necesitas, crea tu plan de poda, busca ayuda de ser necesario (no todos podemos podar nuestros propios árboles) y ejecuta para tu desarrollo óptimo.

¿Cómo estás abonando a tu vida para echar raíces, florecer y dar frutos? Foto: Unsplash.com

3. Fertilizar– en ocasiones, nuestros cultivos, en particular aquellos comestibles, necesitarán un poco más de “alimento” para potenciar su crecimiento saludable y una cosecha abundante. Si ya tus plantas crecen en un suelo fértil tienes parte del trabajo hecho. Sin embargo, dependiendo de la época, el microclima, el tipo de cultivo y su etapa de crecimiento, es posible que la planta necesitará un empuje o boost adicional a través de un abono o fertilizante que provea los macronutrientes y micronutrientes que el cultivo está necesitando. Los nutrientes principales que nuestras plantas necesitan son nitrógeno, fósforo y potasio (N-P-K). También hay otros altamente necesarios. Sabrás la presencia o proporción de estos nutrientes con la numeración que aparece en la etiqueta del fertilizante que estás utilizando. La proporción de éstos favorecerá unos cultivos más que otros, dependiendo el tipo y su etapa de crecimiento.

Reflexión de autocuidado– nosotros también necesitamos nutrientes para fortalecer nuestra salud física, mental y emocional. Mientras fertilizamos nuestras plantas, aprovechemos para pensar en nuestro propio régimen de alimentación. ¿Qué estoy comiendo? ¿Me siento con energía o siempre estoy en modo de cansancio? A nivel mental, ¿qué estoy leyendo o escuchando? Analiza qué información estás consumiendo y cómo te está ayudando a crecer a nivel personal y profesional.

En tu trabajo, ¿sientes que se te proveen recursos de calidad para continuar mejorando en tu desempeño diario, y con potencial a escalar posiciones? Asimismo, reflexiona sobre tus amistades inmediatas (con las que compartes diariamente, de forma presencial y virtual) y cómo ellas aportan a tu estado de ánimo. También piensa en cómo tú les provees un boost de energía. Ahora, lo más importante: la acción. ¿Te sientes satisfecha con tus niveles de energía, con la información a la que tienes acceso o quieres aprender algo nuevo? De acuerdo con lo que quieres y sabes que necesitas, crea tu plan de acción, busca ayuda y ejecuta.

¿Estás consumiendo la cantidad de agua que tu cuerpo necesita hoy? Foto: Unsplash.com

4. Riego– el agua es indispensable para nuestras plantas. Algunas pueden tolerar periodos largos sin recibir riego, pues su fisiología les permite almacenar reservas de líquido, pero si éstas se drenan la planta eventualmente morirá. En su libro A Gardener´s Guide to Botany, Scott Zona explica que “el agua es necesaria porque es el solvente en el cual las reacciones químicas ocurren a nivel celular, disuelve y lleva nutrientes a través de toda la planta, además de ser un ingrediente vital para la fotosíntesis”.

Reflexión de autocuidado– como las plantas, nosotros los seres humanos también necesitamos agua para sobrevivir. La deficiencia de agua en nuestro cuerpo podría afectar el funcionamiento de nuestros órganos; alterar nuestras emociones y también facultades mentales. Nuestro cuerpo está compuesto entre un 50 a 70 por ciento de agua. Cuando estamos bien hidratados podemos eliminar desperdicios de nuestro cuerpo a través de la orina, el sudor y el movimiento intestinal.

Una señal de buena hidratación es la orina sin color o amarillo claro. Igual que las plantas, no todos necesitamos la misma cantidad de agua en nuestro sistema, la cantidad podría depender del día, nuestra actividad física, nuestro peso, nuestra salud y hasta dónde vivimos. Personal de salud del Mayo Clinic recomienda hacer del agua nuestra bebida de elección; al menos tomar un vaso de agua con cada comida, antes y después de ejercitarnos, y, por supuesto, cada vez que sintamos sed. También puedes consumir frutas y vegetales altos en contenido de agua, como la sandía y la espinaca. Ahora, lo más importante: la acción. ¿Tienes dudas sobre la cantidad de agua que estás ingiriendo diariamente? Consulta con médicos y/o nutricionistas.

¿Qué oportunidades diarias tienes para exponerte a los rayos del sol? Foto: Unsplash.com

5. Iluminación– la luz es energía. Según un artículo del Servicio de Extensión de la Universidad de Minesota, “Todas las plantas requieren luz para la fotosíntesis, el proceso dentro de una planta que convierte la luz, el oxígeno y el agua en carbohidratos (energía). Las plantas requieren esta energía para crecer, florecer y producir semillas. Sin la luz adecuada, los carbohidratos no pueden fabricarse, las reservas de energía se agotan y las plantas mueren”.

Reflexión de autocuidado– nosotros también necesitamos de los rayos del sol de una forma balanceada. Nuestra piel, al recibir los rayos ultravioletas genera vitamina D, la cual será metabolizada en los riñones y contribuirá en la absorción de calcio en los huesos. Entre los beneficios de exponernos a los rayos del sol, y horas de menor intensidad, podría ayudarnos a mejorar el sueño, reducir el estrés, mantener la fuerza en nuestros huesos, reducir síntomas de depresión y ayudarnos a vivir más tiempo.

Mientras le buscas el lugar adecuado a tus plantas para que reciban la iluminación que necesitan para desarrollarse, reflexiona cuándo y cómo te expones tú a los rayos del sol. ¿En qué horario del día? ¿Utilizas protección solar y vestimenta protectora? ¿Qué actividades, además de la jardinería, podrías realizar al aire libre para absorber un poco más de los rayos del sol?

¿De dónde necesitas removerte física o mentalmente para echar hacia adelante? ¿Qué influencias debes desyerbar de tu vida hoy? Foto: Unsplash.com

6. Desyerbar– el desyerbar es una tarea importante para suprimir la competencia en el jardín y estimular el crecimiento de aquellos cultivos que deseamos cosechar. Esta es una labor que debe realizarse a menudo y las plantas deben ser removidas de raíz para evitar de vuelvan a crecer en el mismo lugar.

Reflexión de autocuidado– mientras estás removiendo hierbas no deseadas, aunque sea dentro de recipientes, esta es una excelente oportunidad para pensar en el ambiente donde estamos nosotros creciendo. A nuestra vida siempre llegarán personas, y hasta situaciones, que no son ideales para con lo que hemos visualizado y que no podemos controlar. Pero lo que sí está en nuestro control es cómo reaccionamos.

En ocasiones, será necesario remover a personas, por más cariño que sintamos, o removernos nosotros mismos de ambientes que no nos permiten progresar. Ahora, lo más importante: la acción. ¿Qué necesitas desyerbar en tu vida hoy, o de dónde necesitas removerte física o mentalmente para echar hacia adelante? De acuerdo con lo que quieres y sabes que necesitas, crea tu plan de acción, busca ayuda, de ser necesario, y ejecuta.

 

Estos libros abordan el tema sobre cuidado de las plantas y el autocuidado:

  1. Growing Joy: The Plant Lover´s Guide to Cultivating Happiness (and Plants), de Maria Failla
  2. Into Green: Everyday Ways to Find and Lose Yourself in Nature, de Caro Langton y Rose Ray.
  3. Happy Plants, Happy You: A Plant-Care & Self-Care Guide for the Modern Houseplant Parent, de Kamili Bell Hill.

 

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¿Cómo es tu rutina de cuidado de las plantas y de autocuidado? Foto: Unsplash

 

 

La autora es fundadora de Agrochic.com y está certificada en Terapia Hortícola por el Chicago Botanic Garden desde 2019. Además, es autora del libro ¡Verdura! Jardinería para tu bienestar (Cool Springs Press). Disponible a partir de enero 2024 en español e inglés.