El huerto: un espacio familiar para todos

por Karitza Serrano Martínez*
Tomates flanqueados de marigold y albahaca. Estos últimos ayudan como repelentes naturales de plagas
Al patio de Iliana Ballester se ha unido un nuevo miembro. Además de tener plantas aromáticas, de frutas, especias y de tener animales como “perritas”, gatos, pájaros; ha llegado la lombriz.
Quizás ya algunos conozcan a este “animalito” que para muchos es muy poco agradable pero que tiene unos nutrientes muy particulares a la hora de trabajar en la composta.
Las lombrices contribuyen en el proceso de compostaje
La composta, según la página cibernética Tierramor, “es la mezcla de materiales orgánicos, que fomenta su degradación y descomposición. El producto final se usa para fertilizar y enriquecer la tierra de los cultivos”.
Composta casera
Para la profesora de Publicidad, en la Universidad del Sagrado Corazón (USC), es mejor utilizar las lombrices en la composta que utilizar la composta que no tiene este ingrediente tan particular.
Fresas en tiesto
“Yo utilizo la lombriz porque tiene unos nutrientes muy propios que ayudan a la cosecha”, expresó Ballester.
Por otra parte, Iliana le ha inculcado a sus hijos a participar en la siembra y cosecha de sus plantas. “Mi esposo y mis hijos siempre participan… Es muy gratificante porque es uno de los momentos que estamos en familia”, dijo la profesora de 45 años.
Privacidad verde: muro con enredadera de espinacas
La familia participa desyerbando, colocando la composta, sembrando y recogiendo toda la cosecha. Para Iliana la siembra es parte fundamental de su relajación y es una hábito que le da felicidad. “Es muy hermoso y da una felicidad increible cuando vas a cosechar lo que tanto esfuerzo te ha dado”, dijo Ballester.
Melón cantaloupe en tiesto
Su familia tiene tres huertos en la casa, ubicada en Hato Rey, dos en el patio y uno en el techo; y aunque expresó que no es fácil lograr la cosecha, la perseverancia y el empeño que le pone su familia y ella ha rendido frutos, literalmente.
Jalapeños hasta en el techo de la residencia
Iliana Ballester
Ballester recomendó a todas las personas que desean comenzar a plantar pero aún no han tenido ese “empujoncito” que “deben empezar en los tiestos y deben ser especias porque se dan más rápido y le van a ayudar a emocionarse y así querrán seguir cosechando porque van a experimentar lo hermoso que se siente”, expresó.
Las cosechas de esta joven madre son utilizadas para su propio consumo y admitió que esta experiencia, que comenzó hace 5 años, le ha brindado nuevas amistades en el mundo de la agricultura. “Gracias a la siembra es que mi esposo y yo estamos conociendo nuevos vecinos que nos ayudan. También nos regalamos mutuamente parte de nuestras cosechas y semillas”, mencionó.
Queda demostrado que la siembra no sólo sirve para la relajación sino también para conocer nuevas personas y adquirir nuevos conocimientos.
Por último, Ballester recomendó que cuando tengamos dudas dirigirnos a expertos en el área, pues “aunque uno conozca y sepa; siempre hay alguien que sabe más que uno”, concluyó.
*La autora es periodista independiente
Abona tu vida.