Cultivo de larga trayectoria e innumerables variedades

por Perla Sofía Curbelo Santiago

“Mi primera berenjena. Vale la pena esperar”, así describió su experiencia la huertera Cynthia Payton cuando compartió esta foto de una berenjena negra en sus primeras semanas de crecimiento, a través del muro de Agrochic en Facebook. Foto Vía Facebook: Cynthia Payton.

La berenjena (Solanum melogena) es un cultivo esencial. Por lo menos para mí y muchas otras huerteras y huerteros que conozco. Es parte de la lista de cultivos preferidos. Con su fruto puedes preparar innumerables recetas, tanto de acompañante como platillo principal.

Aprendí a disfrutar de la hortaliza ya de adulta y de ahí mi interés en cultivarla en mi huerto. Mi madre prepara un rico escabeche al que echa berenjena, cebollas, pimiento rojo, ajo, aceite y un poco de sal, y cocina por varios minutos a fuego lento. Se lo puedes untar al pan, usar de aderezo en carnes o simplemente como acompañante (entonces echa más berenjena). ¡Yo he preparado hasta tacos!

Esta variedad de berenjena blanca crece como huevito. Foto: Agrochic

Cosecha de berenjenas blancas. Foto: Agrochic

Mi mejor experiencia ha sido cultivando una variedad de berenjena blanca. Su fruto le hacía honor a su nombre en inglés, eggplant, pues contrario a la berenjena rosita, rayada y negra, que crecen un poco más ovaladas y grandes, éstas sí parecían huevitos. Compré la planta en un vivero de Arecibo y la sembré en un tiesto de barro. Acondicioné la planta y sustrato con estiércol de pescado y estuvo produciendo por dos meses, sin parar (entre los meses de noviembre y febrero).

De una sola planta, coseché alrededor de diez berenjenas. Pero ya después de varios meses los frutos empezaron a salir más pequeños y de menor calidad. Llegaron las plagas, y bueno, el dolor de cabeza. La descarté. Ahora estoy en espera que cuaje una berenjena rosita que tengo en un tiesto de plástico de cinco galones.

Flor de berenjena. Foto: Agrochic

El cultivo de la berenjena, familia de las solanáceas, es muy antiguo. Se remonta a más de 2,000 años a.C. y se cree que es originaria del sudeste asiático. Entró a Europa llevada por los árabes a través de la España musulmana (quién no ha probado un Baba ganush) y de ahí se extendió por todo el Mediterráneo. En un principio, como se desconocía cómo cocinarla, creó muchos problemas digestivos y por mucho tiempo tuvo tanta mala fama que sólo se utilizó la hortaliza como elemento decorativo. Fue traída a América por los Españoles.

¡Olvídate de la perfección de tu cosecha! Lo más importante es su sabor. Foto archivo: Agrochic

A veces la naturaleza nos premia con estas interesantes formas. Foto: María Rodríguez

Afortunadamente en Puerto Rico se puede cultivar todo el año, aunque hay variedades, como la rosita y rayada que se recomienda sembrar de diciembre a marzo. Mientras que la negra produce mejor de octubre a mayo. ¡Experimenta y me cuentas!

Las hortalizas de hoja, como el repollo, crecen muy bien y se benefician cuando se cultivan con las berenjenas. Procura dejar espacio suficiente entre cada cultivo. Foto: Agrochic

Si preparas semilleros, al mes y medio puedes trasplantar (45 días aproximadamente). También puedes comprar las plántulas o la planta, un poco más desarrollada, en viveros o centros de jardinería. En la siembra directa al terreno deja una distancia de 2 pies por 4 pies entre plantas. Créeme, dependiendo la variedad, sus hojas pueden crecer bien grandes y si no permites que la planta reciba aereación puede ser una invitación para las plagas. Puedes combinar su cultivo con hortalizas de hoja como el repollo o leguminosas como las habichuelas.

¡Berenjena en proceso! Cultivada en huerto escolar. Foto: Agrochic

En recipientes, una planta por tiesto. Siémbrale flores de marigold para ayudarle a repeler el ataque de nemátodos. Puedes cosechar entre los 80 y 100 días. Nuestra colega huertera, Nydia E. Vicente, recomienda cosechar cuando la fruta está blanda y brillosa. Ésta señala que si está dura y opaca está madura. Te darás cuentas que según vas cosechando la planta sigue produciendo.

Con el tiempo, la planta de berenjena comienza a echar frutos más pequeños y a reducir su producción. Berenjenas con higo. Foto: Agrochic

La también huertera Enid Drevón me ha indicado que sus cultivos ‘olvidados’ de berenjena, sembrados de forma directa en el patio, han ‘revivido’ y producido fruta de calidad con la ayuda de estiércol de conejo.

Recuerda que la berenjena, aparte de mucho sol (al menos 10 horas diarias), necesita mucho riego, sobre todo si el clima está seco.

¡Cuéntanos tu experiencia!

 

La autora es fundadora de Agrochic.com. Además, está certificada en Terapia Hortícola por el Chicago Botanic Garden.