Por Rosangely Gómez Estrada

Sembrar es más que poner la semilla en la tierra y esperar a que crezca. Para que las plantas en nuestro jardín se desarrollen, maduren y produzcan de forma saludable, es necesario proveerles alimento y mantenimiento continuo para resultados óptimos.  

El abono y la poda, por ejemplo, deben formar parte de ese plan de mantenimiento. Asimismo, si nos interesa multiplicar algunas de nuestras plantas, es necesario hacer uso de técnicas de propagación adecuadas.

El conocimiento es la mejor herramienta para cuidar del jardín. A continuación, abundamos más sobre algunas de estas estrategias para un patio abundante y saludable:

Abono

La tierra necesita alimentarse y reponer los nutrientes que pierde constantemente. Es del suelo de donde las raíces de las plantas obtienen sus nutrientes, agua y oxígeno. El suelo es una mezcla de materiales inorgánicos (erosión de las rocas) y materia orgánica (descomposición de los restos de plantas y animales).

Un suelo saludable es esencial para tener plantas productivas. Foto: Pixabay.com

Podemos proveerle a nuestras plantas los minerales que necesita vía fuentes orgánicas (composta) o inorgánicas (mezclas químicas). Una de las diferencias principales es que la materia orgánica libera lentamente pequeñas cantidades de variados minerales al suelo, mientras que los fertilizantes inorgánicos tienen una concentración específica de elementos previamente seleccionados para ser liberados rápidamente.

Una opción orgánica, económica y eco amigable que podríamos utilizar para abonar es la composta. Para ello, podríamos utilizar los desechos y restos de comida, como las cáscaras de frutas y vegetales. Otros residuos para añadir a la composta podrían ser los restos de las plantas recién podadas.

La composta contribuye a retener la humedad del suelo y mejora su estructura; permite el paso del aire y ayuda a controlar la erosión. Además, adhiere más materia orgánica al suelo y ayuda a conservar el ambiente. Para conocer cómo hacer una composta oprime aquí.

Poda

La poda puede ser la clave para la productividad en nuestro jardín. Una buena poda permite que los arbustos crezcan, se fortalezcan y echen frutos.

Con frecuencia, consultamos para saber cuándo debemos podar las plantas o qué tipo de poda debemos elegir. Accede Consejos para podar plantas para conocer detalles sobre lo necesario para podar tus plantas y árboles.

Recuerda que las herramientas que utilices deben estar afiladas y en buenas condiciones.

Asegúrate de limpiar y desinfectar cualquier herramienta que utilices para podar tus plantas. Foto: Unsplash.com

Cuando podamos estamos provocando una incisión en nuestra planta. Es como si estuviéramos en una sala de operaciones. Unas herramientas en buenas condiciones harán un trabajo exitoso y te protegerá de lesiones.

Según un artículo sobre jardinería, publicado en el Huffpost, para mantener tus herramientas de poda limpias puedes utilizar agua caliente con dos cucharadas de líquido de fregar para limpiar el sucio de las navajas.

Luego de enjuagar el jabón con agua limpia, sumerge las navajas en agua con una cucharada de cloro por tres minutos. Esto eliminará cualquier bacteria. Finalmente, echa un poco de aceite lubricante en las navajas para evitar que desarrollen moho.

Para afilar las navajas se necesita una lima o una piedra de afilar. Afilar las navajas permite realizar cortes limpios. Los cortes limpios promueven una recuperación más rápida de la planta y evita que ésta se infecte con alguna bacteria y se enferme. Accede aquí para aprender más sobre poda básica.

Propagación

La propagación es sumamente útil cuando estamos desarrollando nuestro jardín o huerto casero. El método de propagación más reconocido es aquel que se hace a través de semillas (reproducción sexual).

Sin embargo, este proceso puede ser lento y requiere de mucha atención durante su etapa inicial de crecimiento. La germinación de las semillas depende de las condiciones ambientales.

Hay plantas que se propagan mejor por semilleros. Foto: Unsplash.com

Otra técnica de propagación recomendada es a través de esquejes o ganchos. Se escogen ganchos jóvenes (no leñosos) y se realiza un corte horizontal; se le elimina la mayoría de las hojas; se coloca el gancho en agua o se siembra en tierra, libre de patógenos. Se coloca en un área caliente y se mantiene húmedo el suelo. Dependiendo la época del año, podría enraizar en cinco o seis semanas.

Multiplica tus plantas con técnicas de propagación de ramas o esquejes. Foto: Mike Marquez en Unsplash

Aplicando algunas de estas estrategias y/o técnicas logramos que nuestro patio, jardín o huerto se mantenga saludable, productivo y hermoso por mucho más tiempo.

Fuentes consultadas:

Botany for Gardeners de Brian Capon (tercera edición)

https://www.huffpost.com/entry/how-to-clean-pruning-shears_n_1624852