Metas ecológicas

Acciones verdes que puedes integrar a tu vida hoy 

Por Deliana Olmo Terrasa 

Nota editorial: este artículo ha sido actualizado por la autora y revisado por Perla Sofía Curbelo-Santiago.

Escribir metas y monitorearlas consistentemente durante el año ha comprobado ser efectivo y productivo en personas que practican esta disciplina.  

Cuando defino metas, mi próximo paso es crear un plan. ¿Cómo lo logro? ¿Qué acciones tengo que hacer? ¿Por qué no he podido lograrlo? Y así sucesivamente la acción de escribir, monitorear y reflexionar puede traer grandes resultados y, como decimos, “mantener la rueda corriendo hacia delante”.  

La clave para mí ha sido convertir esto en una disciplina de acción constante, repasando y revisando cada meta cuando sea necesario. Una meta que me gusta siempre integrar es alguna acción que me ayude a mejorar mi huella ecológica para aportar al bienestar de nuestro Planeta.  

Investigaciones han mostrado que aportar al bienestar del Planeta aumenta los niveles de satisfacción y felicidad en nuestro estado de ánimo.  Cada día, las personas que practican hábitos “verdes” pueden confirmar cómo esta aportación también impacta positivamente a su salud mental y emocional.  

Comienza con una sola acción verde hoy, por el bienestar del Planeta y el tuyo. Foto: Unsplash.com

Estableciendo metas ecológicas, paso a paso 

• Cuestiona tu rutina: ¿qué acciones eco amigables practicas rutinariamente?  
• Crea una lista para visualizarlas y evaluar su impacto. 
• Evalúa tu conocimiento ambiental: ¿cuánto sabes sobre las causas del cambio climático, la conservación de recursos naturales y el estado crítico en el que nos encontramos? 
• ¿Sobre qué tema o aspecto sientes que tienes que aprender más? Traza un plan para aprender más. Tu plan puede incluir lecturas, seminarios, búsquedas en redes sociales, y visitas a oficinas u organizaciones relacionadas al bienestar ambiental.  
• Haz un inventario de cuánta basura generas: Repasa tu estilo de vida, desde el consumo de alimentos y materiales no reciclables, hasta los desechos que generas día a día. 
• Toma acción: Luego de tu inventario, identifica qué podrías hacer diferente para generar menos basura y tener una vida más eco amigable. 

Ejemplos de cambios que puedes implementar este año 

Cultiva algunas de tus frutas y hortalizas favoritas. Foto: Unsplash.com

• Antes de descartar un objeto a la basura, piensa qué otros usos creativos podrías darle.  

• Educarte y participar de actividades de ayuda al ambiente en tu país o región. (Por ejemplo: ser voluntario en un huerto comunitario como El Bastión en el Viejo San Juan o participar en actividades educativas y recreativas de Para la Naturaleza.) 

• Eliminar o reducir el consumo de plástico de un solo uso. Una forma en que practico esto es llevando conmigo mi botella de agua y cubiertos reusables para minimizar el consumo de plástico de un solo uso.  

Únete a la iniciativa global Meatless Monday o lunes sin carne. Foto: Unsplash.com

• Unirte a la iniciativa global #MeatlessMonday o #LunesSinCarne. El consumo de carne, particularmente de animales confinados y concentrados en espacios reducidos, es una de las prácticas que más afecta al medio ambiente por la emisión de gases al procesarla.  Eliminar la carne un día o varios días a la semana puede contribuir grandemente a la reducción de este proceso que tanto afecta el cambio climático.  

• Consumir productos localmente producidos. (Puerto Rico Produce es un excelente recurso). 

• Visitar mercados locales. Yo visito regularmente el Mercado del Viejo San Juan frente al Castillo de El Morro. Ahí me gusta adquirir panes, plantas, bebidas vegetales, pescados, mariscos frescos, café, entre otros.  
• Reusar materiales difíciles de reciclar en tu región. En Puerto Rico, el vidrio es difícil de reciclar, así que algunos usos nuevos son:  terrarios con recipientes de cristal, alcancías para ahorrar tus monedas y un costurero con los hilos, botones y demás artículos que traen la ropa y puedes reusarlo si lo tienes en un lugar accesible.  
• Establece una cadena para el uso y consumo de tu ropa. Algunos ejemplos de lo que hago son:  
• Comprar solo lo necesario. He ido cambiando mi mentalidad de consumo a través de la educación.  

Foto: Unsplash.com

• Al descartar ropa o calzado, los divido en varias partes: 
• Amistades o familiares: ropa que sé que puede ser reutilizada entre personas que conozco que tienen la costumbre de reusar ropa de otros.  
• Personas u organizaciones con necesidad: tengo identificado quien necesita y sé del buen uso que dan a estas piezas.  
• Reciclaje de textiles: llevo a los contenedores de PR Textile Recycling ropa que sé que tiene otro uso que quizás no he identificado. 
• Tiendas de segunda mano: identifico qué tiendas de segunda mano pueden sacar provecho y poner las piezas en manos de personas que realmente vayan a utilizarlas.  

El poder de cultivar tus propios alimentos con un huerto en tu hogar  

Torre hidropónica con variedad de hortalizas (Tower Garden) en el patio de la autora. Foto: Deliana Olmo Terrasa.

Comenzar un huerto urbano en el hogar, la oficina o tu comunidad, además de ser una actividad terapéutica que aporta al bienestar emocional, te permite consumir alimentos frescos y orgánicos. En mi propio patio, sin grama y con espacio limitado, he logrado integrar: 

• Tiestos con varias plantas de pina (se me dan bien durante todo el año), orégano brujo, recao que uso para cocinar, y romero que uso tanto para cocinar como para espantar mosquitos e insectos.  
• Torre hidropónica y aeropónica: llevo sobre 8 años usando este sistema práctico y económico. Me permite tener todo tipo de greens en casa, entre ellos lechuga, brécol, bok choi, albahaca, swiss orchard, espinaca, entre otros. También me ha permitido crecer frutos como tomate, pepinillo y pimientos.  

Estos son solo algunos ejemplos de prácticas “verdes” que puedes incluir en tus metas este año. 

Cada acción, por más pequeña que parezca, puede aportar a grandes cambios. Crear esa conciencia es el primer paso y, a través de un plan de acción, ponemos en práctica lo aprendido. De esta manera, podemos aportar al bienestar social, pensando siempre en nuestra calidad de vida y en la de generaciones futuras. 

¡Vivimos en un lugar increíble y Puerto Rico es un paraíso que tenemos que preservar! 

*La autora es relacionista licenciada, promotora de bienestar y presidenta de la agencia de comunicaciones estratégicas y relaciones públicas DOT.

Nota editorial: Este artículo se publicó por primera vez en enero de 2021.

¡Comienza a trabajar con tus metas ecológicas hoy! Descarga aquí esta hoja de trabajo: