¡Del huerto pa’rriba!

Crece interés por huertos comunitarios

por Perla Sofía Curbelo Santiago

Establecer una ruta huertera, aumentar los voluntarios, ofrecer capacitación y conseguir recursos económicos son algunos de los asuntos apremiantes para gestores de huertos comunitarios y escolares, según trascendió durante el segundo Encuentro de Huertos Comunitarios del Área Metro, realizado el sábado, 23 de febrero en el Huerto de Capetillo, en Río Piedras.

Rodeados de naturaleza. La concurrida audiencia estuvo compuesta en su mayoría por mujeres de todas las edades.

La dinámica, que duró alrededor de tres horas, quedó clara desde un principio: escuchar las necesidades, establecer conexiones y encontrar dirección y posibles soluciones para el beneficio de todos. Personas de diferentes puntos de la zona metropolitana, desde San Juan, Bayamón, Guaynabo y Carolina, entre otras áreas, se dieron cita para compartir lo que ya estaban haciendo en sus vecindarios, condominios y escuelas. Algunos estaban más adelantados que otros, pero todos con el interés común de siembra para aumentar la seguridad alimentaria, establecer alianzas y ser parte de un mapa en desarrollo donde se conectarán todas estas iniciativas.

Todos los modelos son útiles

El Encuentro reunió a gestores de huertos comunitarios y escolares. Maestras de la Escuela de la Comunidad Manuel Elzaburu y Vizcarrondo explican el proyecto El huerto para mi escuela. Foto: Perla Sofía Curbelo

Dos maestras de la Escuela de la Comunidad Manuel Elzaburu y Vizcarrondo en Cantera presentaron su proyecto El huerto para mi escuela y cómo se les enseña a los estudiantes de intermedia a reciclar y reusar las gomas como tiestos de siembra. Asimismo, una pareja compuesta por madre e hija llegaron hasta el huerto riopedrense en busca de ayuda, pues identificaron un espacio baldío en su urbanización y necesitaban información sobre cómo empezar e interesar a los vecinos, “en su mayoría personas mayores y retiradas.” Así, media docena de ejemplos fueron compartidos durante la actividad. Otros, como don Rafael Polanco del Huerto Las Monjas y Ángel ‘Gelo’ Guevárez del Huerto, Vivero y Bosque Urbano de Capetillo, presentaron sus casos y cómo rescataron y movilizaron a sus comunidades sirviendo hoy día como huertos modelos.

Pimiento morrón. Los huertos comunitarios pasan por un proceso de maduración y es necesario ser pacientes y aprender a apreciar cada etapa. Foto: Perla Sofía Curbelo

Precisamente, los líderes de estos dos últimos fueron responsables de esta convocatoria. Según Mario Núñez Mercado, también del Huerto Las Monjas y Buena Vista en Hato Rey, señaló que la primera reunión que se llevó a cabo a finales del año pasado (diciembre) estuvo igual de concurrida. Muestra del interés por ventilar y encontrar soluciones prácticas para establecer huertos comunitarios organizados y estructurados.

Berenjena. Las soluciones efectivas y eficientes son como los frutos, se ‘cuajan’ cuando coinciden los factores adecuados: terreno saludable, agua, sol y manos comprometidas.

Entre las necesidades expuestas durante el segundo Encuentro, se mencionó en repetidas ocasiones el reclutamiento de voluntarios para las brigadas de limpieza y compostaje. Una de las encargadas del huerto de la Cooperativa de Viviendas Jardines de San Francisco en San Juan comentó que necesitaban hombres para realizar algunos trabajos de carga pesada, pues la mayoría de las participantes del proyecto del huerto en su condominio eran mujeres de más de 60 años y algunas de las responsabilidades resultaban ser muy pesadas para ellas. Otras áreas de interés fueron las de capacitación y apoyo; cómo integrar a los vecinos a los proyectos y mantenerlos interesados; las responsabilidades legales, protocolos de seguridad y el desarrollo de planes para respuesta a crisis.

Cada huerto es diferente

Abundancia de papayas. Como este árbol en el huerto de Capetillo, así abundaban las posibles soluciones que ofrecieron los asistentes. Foto: Perla Sofía Curbelo Santiago

Como en cada hogar, cada huerto comunitario y escolar también debe responder a las necesidades e intereses de quienes se involucran en él. Incluyendo los acuerdos sobre qué hacer con los productos de la cosecha. Es decir, para algunos la prioridad será educar y compartir la producción, mientras que para otros será vender y crear un proyecto de empresarismo comunitario. Lo importante es que sus participantes tengan claro cuál es la finalidad del huerto. El profesor Germán Ramos, del Centro de Acción Urbana, Comunitaria y Empresarial de Río Piedras-UPR (CAUCE), que ha sido apoyo para Capetillo, instó a la audiencia, compuesta por personas de todas las edades y en su mayoría mujeres, a que todos los huertos se desarrollaran orgánicos, utilizando prácticas amigables con el ambiente y libre de químicos. Ramos también recomendó documentar desde un principio la producción de cada huerto para mantener estadísticas claras que viabilicen la obtención de financiamiento, en el caso de los huertos con planes empresariales. Además, identificar y mantener un banco de semillas para el intercambio entre los huertos.

Interés gubernamental por la huertería

La agrónoma y profesora Ada Acosta adelantó el interés del Departamento de Agricultura de Puerto Rico en realizar un Congreso de Huertos Caseros para el próximo año.

Entre los asistentes, hubo representación de la División de Turismo Sostenible de la Compañía de Turismo de Puerto Rico, agencia que se encuentra en medio del proceso de revisión de sus reglamentos y guías sobre los programas de ecoturismo y agroturismo. Por su parte, la agrónoma y profesora Ada Acosta, del Departamento de Agricultura de Puerto Rico, destacó que el interés hacia el movimiento de la agricultura urbana en la isla, es uno que viene desde ‘abajo’, desde la gente y que en la agencia que representa se le está dando ‘mucha’ atención y apoyo al mismo. Aún más, Acosta adelantó el interés de la nueva Secretaria de Agricultura, Myrna Comas, de realizar un Congreso de Huertos Caseros, a nivel estatal, para el próximo año.

Fortalecidos con el apoyo y dirección luego de finalizada la reunión, muchos de los asistentes aprovecharon para realizar algunas compras en el vivero de Capetillo. También para intercambiar con algunos más detalles sobre sus planes y proyectos; dar un último recorrido al huerto comunitario antes que cayera la noche y admirar los cultivos de berenjenas, col rizada, lechugas romanas, caña, papayas y flores, entre otras.

Una de las jóvenes que asistió cargaba con una planta en la parte trasera de su bicicleta. ‘¿Qué planta te llevas?’, preguntamos. “Llantén”, contestó, mientras pedaleaba su retirada.

Los huertos comunitarios facilitan el acceso a los alimentos frescos. Foto: Perla Sofía Curbelo