Una parada en la Estación Experimental Agrícola de Juana Díaz

por Perla Sofía Curbelo Santiago

Esta es la última nota de 30 días de verdura, que estuvimos promoviendo durante todo el mes de abril como parte de los contenidos especiales por el mes del Planeta Tierra. La idea: inspirarte y continuar abonando a tu calidad de vida. Te aseguro que lo seguiremos haciendo a través de nuestras próximas publicaciones, como también con otras series.

Y para continuar con la línea de las pasadas 29 columnas, hoy te sugiero como última ‘verdura’ la visita a la Estación Experimental Agrícola (EEA) en Juana Díaz.

Berenjenas y tomates. Dos de las hortalizas más importantes para nuestro sector agrícola.

Mi agrotour comenzó tempranito en la mañana, pues debía encontrarme con, mi amiga, la agrónoma Jessica Medina para asistir juntas a la reunión del sector de Empresas de hortalizas y granos básicos que se estaría llevando a cabo allí en la Estación. ¡Qué bien la pasamos! Para mí, siempre resulta en una excelente oportunidad para conocer profesionales agrícolas, agricultores, investigaciones en progreso, resultados, inquietudes y muchas sugerencias e ideas sobre cómo estimular el desarrollo económico del país a través de la agricultura. Pero además, ‘descubrir’ y compartir tesoros agrícolas. Pues bien, la próxima vez que vayas de paseo por la costa sur del país, procura hacer una parada en la Estación por varias razones: el escenario natural, obtener conocimiento y abastecerte, entre otras cosas, de algunos productos agrícolas a muy buen precio.

Parte de la vista espectacular en la Estación Experimental Agrícola de Juana Díaz.

La Subestación Experimental en Juana Díaz, conocida también como la Subestación de Fortuna, se fundó en el 1959. En ella se mantienen colecciones de mangos, aguacates, guayabas, acerolas, nísperos, quenepas y otros árboles frutales. Cabe destacar que alberga la colección de mangoes más completa del Caribe, con más de 105 variedades diferentes. Alrededor de 30 cuerdas de terreno están dedicadas a este cultivo, árboles injertados los cuales están perfectamente localizados, enumerados, y por lo que pude ver, su mayoría nítidamente cuidados.

¡Es imposible resistirse a una fotografía con tan espectaculares frutos!

Recorrer el huerto de árboles frutales fue uno de los momentos emocionantes de la visita, pues jamás había visto y probado tantas variedades de una misma fruta. Diferentes formas, colores, tamaños, texturas y sabores.

Cada mangó que probé, tenía un sabor y textura diferente.

Árbol de níspero, también conocido como árbol de chicle.

En la Estación de Juana Díaz puedes aprovechar y comprar algunos arbolitos en el vivero como también semillas, adquirir los conjuntos tecnológicos (publicaciones) sobre investigaciones y recomendaciones sobre diferentes cultivos, particularmente aquellos que se destacan en la zona sur. Yo aproveché y compré cuatro libras de berenjenas, a $0.25 cada una. También había papaya, riquísima, de textura mantequillosa.

Precisamente,  por tan rico caudal, la Estación se ha insertado en varios proyectos agroturísticos para dar a conocer gran parte de sus ofrecimientos al turismo local e internacional, según me comentó el agrónomo Alberto Vélez, administrador auxiliar de la EEA en Juana Díaz.

Alrededor de 30 cuerdas están dedicadas al cultivo del mangó. La colección tiene sobre 100 variedades diferentes y es considerada la más completa del Caribe.

Planifica y coordina tu visita, entre lunes a viernes de 7:45AM-4:30PM; teléfono: 787.837.3905 ó 787.260.6037.