El paso a paso de la receta con el hibisco (H. sabdariffa)

por Nyidia E. Vicente

Sembraste la flor de Jamaica, has disfrutado de sus bellas flores y los cálices están listos para cosechar. ¿Y ahora, qué?

Para aquellas amigas que nos han solicitado ideas al respecto, aquí les presento una opción fácil y rápida para procesar los cálices frescos. Éstos deben cosecharse entre 7-10 días después que la flor ha abierto, y deben estar grandes y carnosos.

 

La 'belle roselle'

                                Cosecha de cálices. Foto: Nydia Vicente

 

La 'belle roselle'

             Sus delicadas flores son un bello ornamento. Foto: Nydia Vicente

La 'belle roselle'

La tendencia de su cultivo casero ha ido en aumento en Puerto Rico. Foto: Nydia Vicente

La 'belle Roselle'

    Cálices carnosos ya separados de su cápsula. Foto: Nydia Vicente

Una vez cosechados, hay que separar la parte carnosa de la cápsula que contiene las semillas verdes. En los países en los que se siembra comercialmente esta planta se utiliza para este propósito un objeto de metal parecido a un sorbeto o pajilla, el cual tiene ‘pullitas’ en uno de los extremos. Con éste se empuja la cápsula desde la parte de abajo del cáliz hacia afuera.

Como no dispongo de uno de éstos, usando un cuchillo pequeño y afilado, se hizo un corte transversal en la parte inferior del cáliz, lo cual funcionó perfectamente para liberar la cápsula. Las cápsulas verdes se pueden echar a la composta, pues las semillas dentro de ellas no son útiles.

Para recolectar semillas viables, hay que permitir que los cálices se sequen completamente en la planta. Una vez secos, la cápsula se abre y las semillas salen con facilidad. Estas últimas son de color oscuro y tamaño mediano.

La 'belle roselle'

      El proceso para preparar el concentrado de ‘flor de Jamaica’. Foto: Nydia Vicente

La 'belle Roselle'

                              El sirope está casi listo. Foto: Nydia Vicente

La 'Belle Roselle'

                              Luego de colar las cálices. Foto: Nydia Vicente

Lós cálices separados se colocaron en una cacerola gruesa a la cual se le añadió agua, una raja de canela y un pedacito de jengibre.

En este caso, usamos una proporción de 1:2 de cálices y agua. Esta mezcla se cocinó a fuego medio hasta que los cálices ablandaron.

Se le añadieron entonces varias cucharadas de agave (la cantidad de azúcar o sirope es a gusto) y se dejó hervir por varios minutos hasta espesar. Separamos el líquido con un colador y le añadimos el jugo de medio limón del país.

El residuo sólido (cálices cocinados) se puede usar para hacer jalea o se le puede añadir a smoothies, batidas, entre otros.

La 'belle roselle'

El sirope producto de la cosecha se utiliza para preparar diferentes recetas. Entre ellas, bebidas. Foto: Nydia Vicente

La 'belle roselle'

                  Puedes preparar una rica tisana fría. Foto: Nydia Vicente

El sirope resultante se debe mantener en la nevera y lo hemos usado para preparar una bebida fría. La cantidad de sirope a usar puede ajustarse de acuerdo con el gusto de cada quien. Se echan 2 cucharadas de sirope en un vaso con hielo, le añades agua carbonatada hasta llenar y listo.

Una bebida tan vistosa como sabrosa. ¡Salud!

Lee aquí cómo sembrar en tu patio la planta de flor de Jamaica

 

*Nota: Hay disponibles en la Internet variados procedimientos para secar los cálices y muchísimas recetas para procesarlos en jaleas y bebidas calientes o frías, con o sin alcohol. Las posibilidades son amplias ya que puedes quitar o añadir especias y sabores a gusto, hasta encontrar una que satisfaga tu paladar.