De mi patio al blog*

por Sylvia Colón Inglés

Variedad de aromáticas en el huerto. Fotomontaje: Sylvia

Variedad de aromáticas en el huerto. Fotomontaje: Sylvia Colón Inglés

¿Qué sucede cuando combinas el disfrute por la jardinería con el cultivo de algunas hierbas aromáticas y vegetales? Eres la feliz dueña de un huerto casero, y es así como llegamos al comienzo de esta historia.

Créanme cuando les digo que el cultivo de este pequeño huerto ha cambiado la forma en como nos alimentamos en casa. Ahora cocinar conlleva también salir al patio a recoger recao, ajíes dulces, tomate, orégano y hasta un poco de espinaca; todo fresco, orgánico y listo para poner en la olla.

¡Qué pinta tienen los tomates! Foto: Sylvia

¡Qué pinta tienen los tomates! Foto: Sylvia Colón Inglés

Antes del huerto, aseguraba que no me gustaba cocinar. Sin embargo, fue una inesperada sorpresa descubrir como el solo hecho de poder disfrutar de hierbas y vegetales cultivados en casa cambió para siempre esta idea. Y como una cosa te lleva a la otra, ahora prefiero comprar productos locales en el supermercado y visito con frecuencia los mercados agrícolas de mi pueblo Cayey, Puerto Rico.

¡Toda la familia en espera de la calabaza! Foto: Sylvia

¡Toda la familia en espera de las calabazas! Foto: Sylvia Colón Inglés

Contando únicamente con mi experiencia sembrando plantas ornamentales, debo confesarles que el tener un huerto casero no ha sido para nada complicado. Las plagas de las que tanto hablan solo me han servido para buscar alternativas amigables con el ambiente. Reutilizar envaces de alimentos, para ahorrar y contaminar menos. Aprender sobre los usos de las hierbas cultivadas, la posibilidad de degustar nuevos sabores en mis comidas. Compartir los logros por las redes sociales, el poder seguir aprendiendo y ayudar a otros. ¡Los beneficios son infinitos!

Nota editorial: Sigue a Sylvia en Twitter: @sylviarte

Microlocal y orgánico. Cosecha de berenjena y tomates caseros. Foto: Sylvia

Microlocal y orgánico. Cosecha de berenjena y tomates caseros. Foto: Sylvia Colón Inglés