Jardines Botánicos
Conoce el jardín botánico de Miami Beach
Por Perla Sofía Curbelo Santiago
A mediados de febrero, tuve la oportunidad de realizar un viaje corto a la ciudad de Miami, en Florida. Estaría poco menos de 36 horas. La razón principal era la presentación de un nuevo producto para los profesionales del landscaping.
Como me interesaba aprovechar al máximo el tiempo, incorporaría en mi agenda una visita al Jardín Botánico de Miami Beach, a unos 20 minutos en auto (sin tráfico pesado) desde la zona de downtown.
Mi plan era pasar al menos dos horas merodeando el Jardín y tomar fotografías de algunas de sus colecciones de plantas. Sin embargo, cuando llegué a Miami estaba lloviendo a cántaros. Así que la visita tuvo que cancelarse.
Al otro día, luego del evento, el tiempo en la Ciudad del Sol había mejorado muchísimo. Mi vuelo de regreso a Puerto Rico sería en seis horas y tenía al menos dos horas disponibles antes que las puertas del Jardín cerraran. Así que sin pensarlo mucho, agarré un taxi que me llevara hasta el Convention Center Drive donde está localizado el Jardín.
Llegué un poco tensa. Entre el tráfico de la tarde de un jueves, el embotellamiento y desvíos, debido a la construcción en los alrededores, y por supuesto, ansiosa por llegar a tiempo a mi destino.
Utilicé la entrada que queda justo al lado del Holocaust Memorial, ya que la entrada principal en la calle 20 está cerrada por la construcción en el Centro de Convenciones de Miami Beach.
Mis expectativas de recorrer el Jardín para auscultar sus recovecos cambiaron a un paseo terapéutico para ayudar a relajarme. Y así fue. Utilicé la hora disponible para apreciar el espacio, observar el color en la variedad de plantas; y practicar la concentración para solo escuchar el sonido de las aves, aun cuando este gran lote verde estuviese en medio del tumulto citadino.
La historia del Jardín
El Jardín fue creado en el 1962 por la Ciudad de Miami Beach en un lote vacío, al lado opuesto del Centro de Convenciones (1957). Se ubicó en el histórico Canal Collins, una parte integral del desarrollo de Miami Beach. El canal fue construido a principios del 1900 por el pionero John Collins, para transporar por barco mangos y aguacates.
En los años 20, el lote del Jardín se utilizaba como un campo de golf, en ese entonces resultado del auge turístico de la zona. Pero la ciudad de Miami Beach no fue inmune a la recesión y al impacto de huracanes destructivos.
Para el 1996, residentes de la Ciudad se juntaron para formar el Miami Beach Garden Conservancy, como una organización sin fines de lucro y con el propósito de restaurar el Jardín.
Hoy día, el Jardín Botánico de Miami Beach es un acuerdo público-privado, cuyo dueño es la Ciudad de Miami Beach, y operado por el Conservatorio.
Ofrecimiento de los jardines
El Jardín tiene una extensión de 2.6 acres, así que lo puedes recorrer en poco tiempo. Como se describe muy bien, es “un oasis en medio de la congestionada zona de Lincoln Road y Ocean Drive”.
Aunque no me pude detener a experimentar todos sus ofrecimientos, el Jardín cuenta con numerosos árboles florecedores, colección de palmas y orquídeas por doquier; y una colección de plantas nativas. Te recomiendo pasearte y disfrutar por el Jardín Japonés, así como también disfrutar de las esculturas, fuentes y de su hermoso estanque, ubicado justo en el centro del Jardín. El sonido del agua es un gran aliciente, sobre todo si quieres bajar tu estrés. También cuenta con un área de plantas productivas y un vivero.
El Jardín mantiene una agenda muy activa para los residentes y turistas. Es escenario de regulares eventos botánicos, como también el trasfondo perfecto para ceremonias matrimoniales.
Algo que me encanta hacer cada vez que voy a un jardín botánico es visitar su tienda especializada. En la tienda del Jardín encontré hermosos productos como bolsos y camisas con motivos botánicos. Además, libros de horticultura y hermosas herramientas. Siempre compro algo que me recuerde la visita. Pregunta por Maurice Jackson, el coordinador de eventos. Muy amable.
Antes de irme del Jardín, me senté por unos 20 minutos en uno de los muchos muebles de patio que encontrarás en los alrededores. También me quité los zapatos y caminé descalza sobre la grama.
Ya sabes que si estás en la ciudad de Miami Beach, te recomiendo que te des un paseo por su jardín botánico para complementar y experimentar otra escena en la famosa Ciudad del Sol.
Por mi parte, puedo decir que el rato que pasé en el Jardín valió la pena, pues me relajé tanto que hasta por un momento olvidé que me esperaba el trayecto hacia el aeropuerto. En una próxima visita, espero regresar con mucho más tiempo.
La entrada al Jardín es libre de costo y puedes coordinar una visita guiada, tanto individual como grupal. Abre de martes a domingo, de 9am-5pm.
Para más información sobre el Miami Beach Botanical Garden, comunícate al 305.673.7256 o visita: www.mbgarden.org
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