A través de talleres y huertos crean espacios divertidos

Por Perla Sofía Curbelo Santiago

La primera presentación pública de Kale Mamá fue toda una producción. Se llevó a cabo en el Mercado Agroecológico de Rincón donde ofrecieron un taller sobre raíces y rizomas para los niños.

Con la ayuda de familiares y amigos, construyeron un pabellón y prepararon infográficas. La noche antes estuvieron pegando, cortando, cosiendo y forrando. Siempre velando por cada detalle. Durante la actividad, tiñeron textiles utilizando tintes extraídos de la cúrcuma y la remolacha. Todas donadas por los agricultores del mercado. De este recuerdo ya hace varios años.

 

¿Qué es Kale Mamá?

Kale Mamá es un proyecto educativo y divertido. Fue fundado por la agrónoma Elena Rodríguez y la educadora en huertos Lauren Danner. Ambas se conocieron hace más de una década. Desde entonces soñaban con crear jardines para niños, cultivar su propia comida y producir la mejor col rizada (kale).

Por años, se la pasaron discutiendo sobre cómo podían unir sus talentos, aprovechando la preparación y la experiencia de cada una. Elena se graduó del Recinto Universitario de Mayagüez, de la Universidad de Puerto Rico, en Educación Agrícola. Mientras que Lauren, natural de Missouri y graduada de la Universidad de Loyola en Chicago, trabajó por varios años en un programa de huertos escolares en California.

Lauren Danner y Elena Rodríguez, fundadoras de Kale Mamá. Foto: Suministrada

Como madres, sintieron la preocupación de crear un espacio sano donde la educación agrícola se presentara de manera “dinámica, hermosa y divertida”. Así que decidieron comenzar por los mercados agrícolas de su comunidad en la zona oeste de Puerto Rico.

“La maternidad es una de las razones fundamentales de este proyecto. Ambas tenemos niños pequeños y queremos un mejor Puerto Rico para ellos; soñamos ver mayor acceso a productos frescos y locales. En especial cerca de los cascos urbanos”, indicaron vía comunicación electrónica.

Elena Rodríguez es agrónoma, quien estudió Educación Agrícola en el Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico. Foto: Laura Rodríguez

 

Lauren Danner es también una Garden Educator. Nacida y criada en Missouri. Graduada de la Universidad de Loyola en Chicago. Trabajó en Conservación Ambiental en Hawaii y California. Foto: Laura Rodríguez

Estas mujeres emprendedoras describen su proyecto como uno grass roots. Es decir, con raíces desde sus respectivos hogares y el cual han ido dominando sobre la marcha. Su mayor motivación ha sido la pasión por el tema agrícola y, por supuesto, por los niños.

“Al poco tiempo de comenzar, entendimos que la forma más efectiva de influenciar a la comunidad era mediante el ejemplo. Por lo que ambas comenzamos a trabajar arduamente en nuestros huertos caseros (Kale Mamá Lab)”, destacaron. “Compartimos nuestras experiencias, con la esperanza de contagiar a los demás. También, hemos trabajado huertos urbanos comunitarios, creando espacios de educación agrícola primaria libres”, añadieron.

Todas las dinámicas que Kale Mamá diseña para los niños se componen de una actividad dirigida y una mesa de exploración.  Foto: Laura Rodríguez

 

Fomentan la agricultura sustentable

El objetivo de Kale Mamá es apoyar y promover la actividad agrícola sustentable. “Nuestro fin, [es] educar a los niños, las mujeres (como los miembros más vulnerables de la sociedad) para que conozcan sobre la agricultura sustentable”. Además, ” [a] los agricultores sustentables y dónde ubicarlos”. Para ello, publican constantemente información en su blog y durante sus talleres proveen numerosas herramientas educativas a los asistentes.

“Nuestro sueño es que la educación agrícola primaria no solo sea accesible, sino [también] atractiva para todos los niños y sus madres”, comentaron. “A través de nuestras actividades, fomentamos la creatividad, la imaginación y el amor por los huertos”. Además, les interesa que las familias compren e intercambien semillas locales cada vez que les sea posible.

En el ‘Kale Mamá Lab’ experimentan con variedad de flores para atraer insectos beneficiosos. Foto: Kale Mamá

 

¿Qué distingue a una Kale Mamá?

“Una Kale Mamá es una firme creyente en la agricultura urbana sostenible como una fuente de seguridad alimentaria para ella y para su familia”, enfatizaron las agroempresarias. “Ella es aventurera, frugal, terrenal, nutritiva. Amante de la infancia, amante de la comida, amante de la conexión humana, amante de la conexión de la naturaleza, amante de todo lo que es simple, amante de los ciclos. Este es nuestro estilo de vida, y lo retratamos en nuestras imágenes”, describieron.

Las dinámicas en los talleres

Para cada evento, Kale Mamá siempre lleva una actividad dirigida y una mesa de exploración para compartir con los pequeños. Mientras que para los padres desarrollan dinámicas como manualidades con el objetivo de promover la conversación y la conexión. Es durante estas interacciones que se aprovecha para conversar sobre qué se está sembrando en los patios, contestar preguntas de horticultura y hasta intercambiar semillas.

El ‘Kale Mamá Lab’ es un huerto casero donde Lauren y Elena experimentan y comparten sus experiencias con la intención de motivar e inspirar con su ejemplo. Foto: Kale Mamá

 

Recomendaciones para madres y padres

Precisamente, las educadoras aconsejan a los padres y madres que anhelan crear un huerto con sus hijos a que comiencen con un proyecto pequeño. Además, recomendaron aprender y observar con ellos.  Asimismo, permitir una ‘zona de excavación’ para los niños, que no interfiera con el crecimiento de las plantas.

Kale Mamá señaló que para aumentar aun más la participación de niñas y mujeres en la agricultura, deben existir fincas y huertos más accesibles para el aprendizaje. Asimismo, apuntaron a la necesidad de guías informativas sencillas que aborden la agricultura del País.

Sobre cuál debería ser el énfasis de la educación agrícola escolar, Kale Mamá opinó que “en la escuela es la oportunidad de crear un outdoor classroom (salón de clases en el exterior) y utilizarlo como una herramienta de hands on. Para clases de matemáticas, la ciencia, el arte, la historia, la salud y el bienestar”.

Tanto Lauren como Elena apuntaron que mientras los niños aprenden a trabajar en el huerto, también aprenden habilidades interpersonales, trabajan en equipo, aprenden a escuchar, a seguir instrucciones, a observar y a confiar.

Kale Mamá recibió en el 2019 uno de los Donativos Ambientales de Ford. Foto: Agrochic

Hay que seguir aprendiendo

A través de Kale Mamá, tanto Lauren como Elena se han inspirado para estudiar variedad de temas y continuar ampliando sus conocimientos. Según ellas, han aprendido sobre permacultura y cómo incorporar sus principios a sus vidas, para simplificar y priorizar la salud, los huertos y el juego al aire libre.

Las educadoras destacaron complementarse en la organización y la ejecución de todos sus proyectos. “Hemos aprendido mucho acerca de cómo mejor apoyarnos la una a la otra, la importancia de la colaboración y el tejido de redes”, destacaron.

Durante los próximos meses, Kale Mamá seguirá expandiendo sus talleres y presentaciones en más mercados de agricultores, como el Mercado Agrícola de Isabela. Además, trabajan hacia el desarrollo de un centro educativo.

 

Puedes seguir a Kale Mamá a través de las redes de Facebook e Instagram.

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