Huertos estratégicos
7 Estrategias para un huerto exitoso
Por Dra. María Esther Vives- Rodríguez*
Muchas veces nos ponemos a planificar un huerto que hemos visto quizás en Pinterest o en una revista sin considerar qué tipo de huerto es el más conveniente para nuestro estilo de vida.
Es necesario pensar para qué y por qué quieres un huerto en tu casa. ¿Cuáles son tus metas? Reflexionar sobre lo que podemos o no hacer en un huerto es sumamente importante para así sentirnos exitosos y sacarle el mejor provecho a nuestro huerto.
Pero antes de sacar los guantes, la pala y empezar a sembrar, piensa en los siguientes detalles:
- Espacio para sembrar– ¿Tienes el espacio necesario para el huerto que quieres?
Si tienes un patio grande puedes tener una combinación de bancales o camas de cultivo elevadas o directamente sobre la tierra. Patios pequeños requieren más creatividad. Una combinación de tiestos rectangulares profundos, tiestos grandes redondos y quizás uno o dos bancales pequeños, es ideal.
También existen bolsas de tela colgantes que puedes instalar en una pared que reciba sol parcial. Antes de decidir, ten en cuenta si tienes alguna condición física que te impida ciertos movimientos, como ponerte en cuclillas o arrodillarte. Yo prefiero los bancales elevados o al menos delimitados por madera de al menos un pie (1’) de altura. De esta forma no tengo que doblar la espalda tanto y puedo controlar las yerbas no deseadas efectivamente.
- Tiempo – ¿Cuánto tiempo puedes dedicarle a la siembra, cosecha y mantenimiento de tu huerto? ¿Quién te puede ayudar a cosechar o a regar cuando te vayas de viaje de negocios o de vacaciones?
Tener un huerto requiere tiempo para desarrollarlo y mantenerlo en óptimas condiciones. Parece una tarea fácil pero te aseguro que mientras más grande sea tu huerto, más intensa será la labor. Por suerte el trabajo más intenso es sólo durante ciertas épocas del año y depende de lo que vayas a sembrar. A su vez, es necesario tener un plan para que alguien coseche y riegue tu huerto de ser necesario. En mi caso, tengo una lista de amistades y familiares que se han ofrecido a ayudarme cuando viajo. A cambio de regar y desyerbar, si hace falta, les regalo la cosecha que se puedan comer.
- Cosecha– ¿Qué vas a hacer con las hortalizas cuando estén listas?
Parece una pregunta tonta pero es muy importante porque cuando tus plantas empiecen a producir muchos frutos, debes regalar o preservar lo que te sobre para que no se pierda. Por ejemplo, cuando tus tres plantas de tomate empiecen a producir y todos los tomates estén listos para cosecharse a la misma vez, debes tener un plan para preservar todos los tomates que no te puedas comer al momento, ya sea envasando en jarras de cristal o deshidratándolos (mi método favorito). Reflexionar sobre esto te ayudará a saber cuántas plantas debes sembrar.
- Participación familiar -¿Quieres que tus hijos utilicen el huerto o prefieres que sea tu espacio personal?
Es muy importante reflexionar sobre esto para prevenir momentos como cuando por fin mis semillas de zanahoria brotaron y mi hijo (que en aquel entonces tenía tres años), se metió en el huerto y me sacó cada una de las plantitas y vino muy contento a decirme que había desyerbado para ayudarme… ¡Imagínate!
Si quieres involucrar a tus hijos en el huerto casero, debes supervisarlos adecuadamente y darles un trabajo apropiado para que se sientan parte del proceso. Cuando mis hijos eran menores de 5 años, les tenía una cama de cultivo exclusivamente para ellos. Allí ellos podían jugar con la tierra y sembrar lo que quisieran mientras trabajaba en el huerto.
- Ubicación– ¿Tienes suficiente sol en tu patio?
Si tu patio tiene muchos árboles frondosos, quizás será necesario cortar algunas ramas antes de instalar un huerto. Ten en cuenta que tus plantas necesitarán al menos 6-8 horas de sol al día. Ve a tu patio en la mañana, al medio día y por la tarde para que puedas ver la trayectoria de la sombra de tu casa y edificios aledaños.
- Presupuesto– ¿Cuánto dinero estás dispuesto a invertir en tu huerto casero?
Es una buena idea tener un presupuesto para el huerto y saber específicamente cuanto puedes gastar en materiales, herramientas, plantas, semillas y tierra. Montar el huerto va a ser el gasto mayor. Lo bueno es que una vez haces la inversión, ya para el año siguiente tendrás todo lo que necesitas para seguir sembrando. Hasta puedes ahorrar propagando plantas y guardando las semillas de tus frutos.
- Rutina diaria– ¿Has pensado en incluir trabajo en el huerto casero como parte de tu rutina diaria?
Esto va más allá que tener tiempo para el huerto. Es cuestión de desarrollar un hábito para que tu huerto se mantenga bien cuidado. Tengo amistades que han descuidado sus huertos a tal grado que para cuando quieren volver a sembrar, tienen que pasar mucho esfuerzo y se desaniman. Mantén vivo el interés por tu huerto para que así su uso sea placentero y efectivo.
Espero que estas consideraciones te sean valiosas para reflexionar antes de empezar tu huerto.
*Sobre la autora: Especialista en Educación temprana y agricultura urbana.
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