(DIY) ¡Produce tus germinados!

¡Paso a paso para que añadas sabores exóticos a tu comida!

por Nydia E. Vicente

Si estás corta de tiempo o espacio para dedicarle a la siembra, o simplemente deseas añadir variedad a los vegetales que consumes, los germinados son una excelente opción para ti.

La producción de germinados es una actividad saludable y entretenida.  Foto: Nydia E. Vicente.

Aparte de ser nutritivos y bajos en calorías, contienen abundantes enzimas que ayudan a la digestión. La mejor parte es que el proceso para producirlos es fácil, sencillo, y, sólo necesitas uno o varios frascos de cristal y un puñado de semillas.

Si tienes niños, los puedes involucrar en esta actividad, que puede resultar muy divertida y educativa para todos.

La variedad de germinados frescos que encontramos en el supermercado es bastante escasa y generalmente se limita a un sólo tipo de semilla: alfalfa, girasol o trébol. Una ventaja de germinarlos tú misma es que puedes hacer combinaciones, lo que añade toques de sabores interesantes o exóticos a la comida.

En este momento estoy germinando una combinación pre-mezclada de semillas de brécol, trébol, alfalfa y rábano. Este último le brinda un picantito sabroso a la ensalada. Puedes germinar una gran variedad de granos, cereales, leguminosas y muchos más. ¡Desde cebada y quinoa hasta lentejas, ajo y cebolla! Las opciones son infinitas.

Antes de explicar el proceso, es de suma importancia enfatizar que la seguridad en el manejo de los germinados es crítica. Las semillas para germinados deben ser certificadas y provenir de una fuente confiable que nos asegure que las mismas no están contaminadas ni han sido tratadas con plaguicidas.

Durante el proceso, debes estar pendiente que los germinados tengan olor a limpio y fresco y que los tallos muestren un color crema o blanco, de lo contrario debes descartarlos de inmediato, o mejor aún tirarlos en la composta.

Qué necesitas:

(Arriba) Frascos de cristal de boca ancha de 1 ó 2 cuartillos y semillas de tu preferencia. Además, (abajo) una malla plástica y una banda elástica o tapa. Fotos: Nydia E. Vicente

Día 1

Instrucciones:

Lavar escrupulosamente los frascos de cristal y las tapas. Medir las semillas de acuerdo al tamaño del frasco: 1 cucharada en un envase de 1 Cuartillo (qt) o 2 cucharadas en un envase de 2 Cuartillos (qts). Lavar las semillas en un colador; colocar en el frasco y añadir agua destilada o filtrada hasta cubrirlas. Tapar el frasco con la malla, y asegurarla con la banda elástica. Remojar por 8 horas.

Arriba, luego de ocho horas.

Algunas semillas requieren más o menos tiempo y los empaques traen instrucciones específicas en este sentido. Al cabo de las ocho horas, notarás que el agua se torna un poco amarillenta, razón por la cual hay que enjuagar las semillas cuantas veces sea necesario hasta lograr que el agua salga completamente clara.

**De este paso en adelante es muy importante recordar que NO puede haber agua estancada en el frasco. Esto evitará que se desarrollen bacterias en los germinados.

¡Hay que escurrir las semillas hasta que no salga ni una gota de agua!

Voltear el frasco varias veces para acomodar las semillas de manera uniforme. Colocar el frasco en posición horizontal en algún lugar fresco de tu cocina en donde no reciba luz directa del sol.

Día 2

(Arriba) Notarás que al día siguiente ya comienzan a aparecer rabitos en las semillas.

De aquí en adelante hay que enjuagar los germinados TODOS LOS DÍAS, por lo menos dos veces, en la mañana y en la noche, recordando siempre escurrir a través de la malla toda el agua del frasco. Colocar nuevamente en posición horizontal.

Días 3-4

Al cabo de 3-4 días, cuando ya los germinados se hayan desarrollado lo suficiente como para cubrir dos terceras partes del frasco, es momento de lavarlos fuera para eliminar las cáscaras y las semillas que no germinaron. Notarás que las cáscaras flotan y las semillas se van al fondo del envase. Con mucho cuidado elimina todo este material.

Devuelve los germinados al frasco, escurre bien el agua y coloca en su lugar hasta el día siguiente. Este lavado permite que los germinados se separen y tengan una última oportunidad de desarrollarse completamente antes de refrigerarlos.

Dependiendo de cúan fría o caliente sea tu cocina y de cúanta luz reciban tus germinados, el proceso completo puede demorar entre 4 a 5 días.

Días 4-5

Cuando tus germinados hayan crecido hasta ocupar todo el frasco, le das un enjuague final, los escurres bien y colocas el envase en un lugar soleado de tu cocina por varias horas. Este paso promueve la fotosíntesis y permite que adquieran un poco de color verde. Si tu cocina es luminosa como la mía, puedes obviar este paso.

¡Ya tienes tus germinados listos para consumir! Cubre el frasco con un papel toalla y encima la malla y lo aseguras con la banda elástica. En este momento puedes colocarlos en la nevera. Los germinados son un alimento vivo, NO los debes tapar herméticamente. Deben mantenerse secos y crujientes.

Cómo usar la cosecha de germinados:

Dependiendo del tipo de semilla que hayas germinado, los puedes consumir crudos, en batidas, ensaladas, sandwiches, tacos, entre otros. En ensalada le van bien los aderezos cremosos como Ranch o Asiago Peppercorns. Una pizca de sal y un chorrito de aceite de oliva extra virgen son el truco para que los germinados en tus sandwiches sepan a gloria.

También se pueden saltear brevemente en stir-fries o en platos de la cocina asiática. En este caso son recomendables los germinados de leguminosas como mung- bean y lentejas.

Puedes usar tu creatividad y descubrir nuevas y variadas maneras de usar tu cosecha. ¡Salud!

Notal al calce:

Si no tienes frascos grandes, comienza germinando una menor cantidad de semilla en envases más pequeños, como los de mayonesa.

Para germinar como todo un profesional, hay muchísimas tiendas online en donde puedes adquirir un kit con todos los materiales que necesitas. Estos incluyen hasta tapas plásticas con la malla integrada. También algunos Health Food Stores venden el equipo básico.

Hay mucha información gratuita disponible en la Internet, que puede abrir un mundo lleno de posibilidades en esta aventura de producir tus propios alimentos.