Cómo una florista profesional aprovecha las flores de su patio para crear una coreografía floral

Por Maribel Ramírez

Arreglo floral con lo que hay.

El 2020 comenzó hace apenas unos meses, pero parece que ha pasado mucho más tiempo. Hemos vivido cambios para los que no estábamos preparados, y la floricultura no ha sido la excepción. 

Desde que comencé a trabajar con flores, hace casi ya diez años, siempre estuve maravillada de la inmensa diversidad de flores y follajes que existen en nuestro gran hogar: el Planeta Tierra. 

Durante todo ese tiempo me dediqué tanto a ver las hermosas flores que se daban en otras tierras que ni me molesté en mirar las que tenía a mi alcance. Les confieso que las flores tropicales nunca fueron mis favoritas.

Asimismo, una de las enseñanzas que me ha dado esta pandemia ha sido aprender a  mirar lo que tengo a mi alrededor. Como a muchas personas, no me ha quedado otra opción que usar lo que tengo a mi alcance.

Por otro lado, siempre busco crear una “danza floral” en mis trabajos, por lo que tiendo a seleccionar tallos que tengan alguna flexibilidad y delicadeza, y me ayuden a lograr un diseño que refleje mi voz. Algunos ejemplos son las garden roses, renáculos y anémonas, entre otras. 

Serie digital patrocinada, del 15 de abril al 14 de mayo 2020.

En cambio, la flora tropical como las heliconias, las antorchas, el ginger son tan fuertes e imponentes que mi tendencia era huir de ellas.  Todavía me intimidan un poco, pero he comenzado a mirarlas con más cariño.

Tan pronto comenzó la cuarentena, fui al patio y mirando toda la vegetación que tengo disponible, me dije: “Necesito diseñar con esto”. En mi búsqueda de “ingredientes” para diseñar saltaron a mi vista unas cuantas florecitas y hojas coloridas que me intrigaron. Inmediatamente busqué mis tijeras florales y comencé a cortar. 

Diversidad floral.
Foto: Maribel Ramírez

Según cortaba, me daba cuenta que tenía más opciones de las que a primera vista pensé. 

Entre las flores recolectadas tenía lirios de paz, también conocido como spathiphyllum, crotones, orquídeas silvestres, hojas de calathea, verguenza, papiro, unas espigas de la planta lengua de vaca (sansevieria), unas frondosas  ramas de roble para formar el cuerpo del arreglo y hasta una suculenta, que buscando la luz desarrolló un tallo bastante largo.

Sin pensarlo dos veces, busqué una vase de barro que tenía guardada, un pedazo de chicken wire o como le decimos en Puerto Rico, “alambre de pollo”, mis tijeras y comencé a diseñar una coreografía floral. 

Recipiente en barro para flores
Base en barro. Foto: Maribel Ramírez
Alambre floral.
El alambre ayudará a sostener en su lugar los tallos de las plantas. Foto: Maribel Ramírez
Tijeras florales.
Foto: Maribel Ramírez

El proceso fue sencillo y muy gratificante. Comencé con los tallos más frondosos y seguí añadiendo los “ingrediente” mientras me aseguraba de crear armonía entre los colores y las texturas. 

Mira el proceso del arreglo floral:

En fin, si en estos días de aislamiento necesitas alimentar tu espíritu creativo, te invito a explorar y sorprenderte con las bellezas que puedes encontrar en el patio de tu casa.

La autora es florista profesional y dueña de The flower Culture. Síguela en sus redes sociales:

Instagram: @flowerchoreographer y su flower shop The flower´s culture