Secundaria Montessori recibe “empuje” ambiental
Ganadores Donativos Ambientales Ford 2018
Por Perla Sofía Curbelo Santiago
La sequía que afectó al País hace tres años fue “el punto culminante” para que la administración de la Secundaria Montessori de Puerto Rico comenzara la planificación de un sistema de recolección de agua.
Tras el paso del huracán María por la Isla, en el 2017, un recipiente, con capacidad para más de 250 galones de líquido, y un filtro, fue la solución ante la falta de energía eléctrica en la también eco escuela.
Según Mariel Meléndez Mulero, por cuatro meses utilizaron el agua del envase para la limpieza, el riego y la preparación de alimentos.
Precisamente, la Escuela fue galardonada el año pasado con uno de los Donativos Ambientales Ford 2018 para la construcción formal de un sistema de recogido de agua y la instalación de un sistema de riego para el huerto escolar.
“[El Donativo] nos ha dado un “push” porque demuestra a los jóvenes que esto (contar con agua para situaciones de emergencia y/o manejo eficiente del recurso líquido) es importante”, expresó Meléndez Mulero, quien también es producto del sistema Montessori.
De acuerdo con la antropóloga y recurso educativo, en su afán por encontrar un proyecto que apoyara las actividades del currículo escolar, “rescató” uno de los Proyectos de Vida realizado hace ya una década por uno de los egresados de la Secundaria.
Para ese entonces, el estudiante Daniel Oliveri, con la ayuda de dos ingenieros, diseñó un sistema para la recolección de agua. Hace dos años, Meléndez Mulero le realizó algunos cambios al plan original y se dedicó a buscar fondos para hacerlo realidad. Fue entonces cuando encontró la convocatoria para los Donativos Ambientales Ford.
La Secundaria Montessori fue fundada en el 1993, y luego de varias mudanzas, desde hace diez años se ubica en Cupey Alto, San Juan.
La Escuela, que atiende a 23 estudiantes, entre los 12 y 18 años, sigue los principios de Erdkinder (“jóvenes de la tierra”) dentro de la filosofía Montessori.
De acuerdo con Meléndez Mulero, esta es la respuesta a los cambios de la adolescencia. Durante esta etapa de cambios físicos y cognitivos es de importancia que los estudiantes se expongan al trabajo físico como también desarrollen una conexión con la tierra.
Una vez establecida la Escuela en esta zona rural, comienza el proyecto del huerto escolar. Lo cual también coincide con su reconocimiento como Eco Escuela, entre otros. “Desde entonces (2008), el huerto se convierte en parte del programa de sustentabilidad”, indicó Meléndez Mulero. “Dado que vivimos en una Isla, con una vegetación y una dieta ancestral particular, como parte del currículo se enseña a sembrar, cosechar y se incorpora al Laboratorio Gastronómico”, añadió.
Según la antropóloga, el Laboratorio Gastronómico es lo más que gusta a los estudiantes.
El propósito de este programa es que estos aprendan a cocinar como parte de su proceso de aprendizaje hacia una vida independiente.
Cada uno debe traer dos recetas de tus ancestros, y durante el año se les ayuda a prepararlas e incorporarlas a un menú balanceado. Así que el huerto se ha convertido en parte fundamental del proyecto.
Todos los estudiantes de la Escuela participan en las actividades del huerto. Son responsables de la siembra, mantenimiento y cosecha, para luego utilizar los frutos y hortalizas en la cocina. La maestra recordó que poco antes del huracán María sembraron varias plantas de berenjena las cuales, luego de la emergencia, produjeron tanto fruto que prepararon un sinnúmero de recetas y hasta pudieron vender el excedente.
En un futuro, se contempla la expansión de bancos para aumentar la producción de comida. Además, integrar a la comunidad que les rodea.
Cabe destacar que la Secundaria Montessori contó con la ayuda de Cosechas Tierra Viva, otro de los proyectos ganadores de los Donativos Ambientales. Estos visitaron la Escuela para orientarles sobre el diseño del sistema de riego. Según Meléndez Mulero, esta colaboración surgió el mismo día de la entrega de los Donativos (marzo 2018).
Como parte de la experiencia agrícola, los estudiantes participan activamente de brigadas en otros proyectos y fincas agroecológicas. “Para mí, lo más importante es que los estudiantes vean como ejemplo que hay otros jóvenes sembrando, cosechando… que está bien que te guste la siembra, que cultives tus propios alimentos y que te gusten los germinados”, acotó la guía de estudios.
Detalles sobre la convocatoria
Si perteneces a un grupo comunitario que ya está trabajando en proyectos ambientales, participa de la próxima convocatoria de los donativos ambientales de Ford que abre el lunes, 15 de abril hasta el viernes, 31 de mayo 2019. Las categorías son: reciclaje y reuso, energía renovable, y seguridad alimentaria y conservación de agua.
Visita el sitio DonativosambientalesFord.com para todos los detalles y para que te familiarices con todas las reglas y condiciones.
Desde su establecimiento en el 2001, el programa de Donativos Ambientales Ford ha aportado más de 1.6 millones de dólares a cientos de proyectos ambientales en Centroamérica y el Caribe.
Con este programa de responsabilidad social, Ford tiene como objetivo empoderar a las comunidades hacia un futuro más sostenible, al fomentar la multiplicación de esfuerzos colectivos que sirvan como catalizadores de cambios para alcanzar un mejor planeta.
