por Nydia Vicente
 
Siempre supe que cuando desarrollara mi jardín tendría un área en donde los colores predominantes fueran el blanco, y por supuesto, el verde. Tal vez a algunas personas esta combinación pueda resultarle aburrida, sin embargo, a mí me parece muy delicada y elegante; y de paso me brinda una infinita sensación de paz.
Altea (Taberna montana) Foto: Nydia Vicente
 Tengo un seto vivo del arbusto que llaman altea (Taberna montana); el cual florece a travės del año, pero durante la primavera y el verano se llena aún más de flores y se ve precioso. En otra parte combino cintillo (Chlorophytum laxum) en una cama de piedras blancas con Spathiphyllum en tiesto. 
 
Spathiphyllum en tiesto y cintillo al fondo. Foto: Nydia Vicente
El cintillo desaparece durante la época seca y se renueva completamente en primavera. Le sigue una sección de iris blanco y azul (Neomarica gracilis). Esta planta florece abundantemente durante la primavera, pero su flor sólo dura un día. Sin embargo, tanto la flor como el follaje son tan bonitos, que vale la pena tenerlos. Todas estas plantas, excepto la altea, se desarrollan muy bien en zonas sombreadas.
Cintillo. Foto: Nydia Vicente
Iris blanco y azul (Neomarica gracilis) Foto: Nydia Vicente
En el jardín de aromáticas también hay una sección siguiendo esta combinación, con anturio (Anthurium), cebollines (Allium ) y corona de Cristo (Euphorbia milii) blanca, que no lo es tanto. Es más bien cremosa con bordes rosados.
Anturio (Anthurium) Foto: Nydia Vicente
Cebollines (Allium) Foto: Nydia Vicente