Preservación de alimentos

Lecciones valiosas cuando preservas comida

Por María De los Ángeles Rodríguez

En mi experiencia con la preservación de alimentos, recuerdo que en una ocasión traté de preparar casquitos de guayaba pero se me pasó el tiempo. Así que terminó convirtiéndose en un caramelo de guayaba que resultó todo un éxito.

Existen diferentes métodos para preservar el alimento, los cuales se vienen utilizando desde la antigüedad. Algunos de los que he utilizado son: la deshidratación, acidificación (utilizando el vinagre), envasado al vacío, preparando conservas y el escaldado. Con el tiempo, he tomado consciencia sobre la importancia de este proceso.

Durante el proceso de preservar alimentos es importante tratar de conocer aquellas maneras de envasar más accesibles, y con el mínimo de materiales. El método más común y preferido es el envasado, mejor conocido como canning.

Chutney en proceso. Foto: María de los Ángeles Rodríguez

Chutney envasado. Foto: María de los Ángeles Rodríguez

Puedo preservar aquellos alimentos (frutas, hortalizas) por estación que están en exceso pues me ayuda a prepararme para poder almacenar para el futuro. También en caso de surgir una emergencia o desastre ecológico.

He preservado el mangó, la guayaba, el tamarindo, la quenepa, la calabaza, los pimientos, los ajíes, el cilantro, los tomates, la albahaca, entre otros.

Guayabas frescas listas para preservar. Foto: María de los Ángeles Rodríguez

Foto: María de los Ángeles Rodríguez

Por ejemplo, el mangó lo he preparado en chutney (un condimento agridulce, una especie de confitura que se elabora con frutas o verduras cocidas en vinagre, con especias muy aromáticas y azúcar). La guayaba en jaleas y dulces, como también en envasado; la papaya en dulces; he deshidratado la piña; y la calabaza en escaldado, para preservar sus características. He secado al aire (deshidratar) diferentes aromáticas como: el limoncillo, el orégano, la salvia y la yerba buena.

Aprovechemos y preservemos lo que tenemos disponible, y en exceso, para un futuro.

María De los Ángeles Rodríguez