¡Prepara un postre de arroz con coco!

Por Nydia E. Vicente

El coco es una de esas frutas (nuez o semilla) que me trae gratos recuerdos de mi viejita y de la casa en donde me crié. Tengo muy viva la visión de mi madre metida en la cocina, preparando los más deliciosos manjares y postres para la familia: pasta de mangó, dulce de lechosa en almíbar, limbers, tembleque, arroz con coco. A éste último, en la parte Este de la Isla, le dicen arroz con dulce, pero según mi primer libro de cocina (Cocine a Gusto de Cabanillas, Ginorio y Mercado, 13ra Ed. 1976), ése es otro postre, que no lleva leche y se prepara con manteca, jengibre y anís, entre otras especias.

Foto: Mariana I. Rosado Meléndez

El coco tiene numerosos usos, tanto para recetas como también para remedios caseros. Foto: Mariana I. Rosado Meléndez

Mucha gente asocia el arroz con coco con la Navidad, pero en la casa de mi mamá era común en cualquier época del año. También lo es en la mía.

La calidad de éste o cualquier plato que preparemos va a ser tan buena como los ingredientes que usemos para su confección. El arroz con coco queda más sabroso si se prepara con leche de coco extraída en la casa. Hay que procurar que el coco sea fresco. Si tienes una palma de cocos en tu patio, eres muy afortunada. El procedimiento puede parecer trabajoso, pero el producto final bien vale la pena. Igual aplica para el famoso coquito navideño. ¡Una vez los pruebes con la receta auténtica, no hay marcha atrás!

Como a mí me gusta experimentar, con el tiempo he ido cambiando y añadiendo otros ingredientes a la receta original de arroz con coco que hice por primera vez hace ya muchos años.

Me encanta el jengibre, y tengo gran cantidad de plantas sembradas en el patio que me rinden una abundante cosecha. En vez de machacarlo, como dice la receta original y eliminarlo al final de la cocción; lo pico en pedazos o lascas finas, dejo que se cocine con el arroz y no lo remuevo.

Foto: Nydia E. Vicente

Jengibre. Foto: Nydia E. Vicente

También le añado mi favorita, la Reina de las Especias, cardamomo (green cardamom) fresco molido. Esta exquisita especia, de amplio uso en la cocina hindú, le añade una nueva dimensión, indescriptible, a este plato tradicional. Lo puedes conseguir en cápsulas (debe ser verde), semillas o molido. Yo prefiero las cápsulas porque conservan mejor y por más tiempo el aroma y el sabor de las semillas. Por primera vez, estoy cultivando una planta de cardamomo (Elletaria cardamomum), ya les contaré cómo me va.

Una cucharada de mantequilla, completa los ingredientes extra. El arroz debe ser grano corto o perla, que cocina más fácil y rápido, y la olla o caldero, pesado y de fondo grueso, para evitar que se queme.

La receta que uso es un híbrido de la de Cocine a Gusto y la de Cocina Criolla (Nueva Edición Revisada) de Aboy Valldejuli, con algunas modificaciones. Las cantidades de las especias puede variarse según el gusto personal, yo lo prefiero picantito, mientras que otros desean un postre con un sabor más suave o delicado. Igual con el azúcar, que uso la menor cantidad indicada, sin sacrificar el sabor y me ahorro esas calorías.

Es importante recordar que los tiempos indicados para la cocción son aproximados. Cada estufa calienta diferente y el tipo de olla o caldero también afecta el proceso. Poco a poco puedes ir afinando la receta de acuerdo a tu gusto.

Ingredientes:

1 coco seco grande

5 tazas de agua caliente*

1 ½ cucharadita de sal de mar

1 cucharada de mantequilla

8 clavos de especia

4 rajas de canela

1 pedazo de jengibre fresco picado

1 cucharadita de cardamomo fresco molido

1 ½ tazas de arroz grano corto (remojado en agua por 1 ½ -2 horas)

1 ½ tazas de azúcar (turbinado o demerara)

½ taza de pasas

Procedimiento:

Abrir el coco, despegar la pulpa y cortarla en pedazos pequeños. Moler poco a poco en la licuadora con una pequeña cantidad de agua caliente o con el agua del coco. Se puede moler en el procesador de alimentos sin agua. O si quieres hacerlo a la antigua, guayar a mano. Exprimir la pulpa molida o guayada hasta extraer la crema de coco (aprox. ½ a ¾ taza). Reservar hasta el final.

Foto: Nydia E. Vicente

Aventúrate a preparar tu propia leche de coco. Foto: Nydia E. Vicente

Añadir el resto del agua caliente en dos tandas y procesar el coco molido nuevamente para extraer la leche de coco diluida ( aprox. 4 a 4 ½ tazas). La cachispa o paja de coco la puedes tirar a la composta.

En una olla o caldero de fondo grueso, echar la leche diluida, la sal, la mantequilla y las especias y calentar hasta hervir. Tapar y bajar el fuego a medio-bajo por 15 minutos.

Lavar y escurrir el arroz que tienes remojando y añadir al caldero. Mezclar y subir a fuego alto hasta hervir. Tapar el caldero y cocinar a fuego bajo hasta que el arroz haya absorbido toda la leche, aproximadamente 15-20 minutos. Prueba el arroz para confirmar que haya ablandado a tu gusto.

Añadir el azúcar y las pasas, mezclar y cocinar a fuego mediano por 15 minutos.

Añadir la crema de coco que reservamos al principio. Mezclar y cocinar hasta que seque, volteando el arroz cada 10 a 15 minutos. Se le sacan las rajas de canela y los clavos y se sirve en molde o plato llano. Se deja enfriar y se polvorea con canela. Debe mantenerse bien tapado en la nevera. Para servir, sacar de la nevera media hora antes.

*A mi me gusta que quede un poco cremoso, no mucho y el arroz blando pero firme. Si lo prefieres más blando puedes añadir más leche y cocinar un poco más.

Foto: Nydia E. Vicente

El arroz con coco. Foto: Nydia E. Vicente

El sabor y la textura se disfrutan más a temperatura ambiente; y mejor aún con una buena taza de café recién molido, a la que le has añadido 1 ó 2 semillitas (enteras) de cardamomo.

Aunque siempre hay espacio para crecer y evolucionar, creo firmemente en la preservación de las buenas costumbres, los principios y las tradiciones puertorriqueñas. Nos toca a cada uno poner nuestro granito de arena para que no se pierdan los valores que nos han unido como pueblo.

En este sentido, el Movimiento Internacional Slow Food, que ha tomado gran auge en los pasados años, nos llama a retomar nuestras tradiciones culinarias, honrando a su vez la tierra que produce y nos regala los alimentos. Para que volvamos a cocinar como lo hacían nuestras madres y abuelas, con mucho amor, sin prisa y con ingredientes sanos, frescos y locales.

Orejitas culinarias:

 Coco y leche de coco

-Si tienes muchos cocos y no tienes tiempo para usarlos inmediatamente congélalos enteros, con o sin la cáscara, semi procesados. ¡Duran una eternidad!

-Puedes usar la leche de coco en sustitución de cualquier otra leche o yogur en smoothies, batidas, cereal caliente, chocolate caliente, sopa thai de calabaza, limbers, entre otros.

-El coco molido o guayado se usa en galletitas o besitos de coco y otros postres. Tostado lo puedes añadir a la granola.

Aceite de coco

¿Sabías que puedes extraer tu propio aceite de coco? Prueba a hacer arroz blanco o con gandules con aceite o leche de coco, queda exquisito. Lo puedes usar de mil maneras en la cocina. Como sustituto de la mantequilla en bizcochos, muffins y budines es un éxito. Es magnífico para el cuidado de la piel y el cabello. ¡La lista de usos para el aceite de coco es interminable!

Cardamomo

-Pruébalo en el café (1-2 semillitas enteras por taza). ¡Es una experiencia celestial!

-También en el chocolate caliente. Yo le agrego todas las semillas (enteras) de una cápsula a una taza de chocolate caliente. Si le añades además unas lascas de jengibre, y una pizca de pimienta cayenne, llevas tu chocolate a otro nivel. El sabor es simplemente incomparable.

-Mezcla bien con otras especias y hierbas en té, masala chai y, en galletitas y bizcochos, entre otros.

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