Modelo de excelencia educativa al aire libre
por Perla Sofía Curbelo Santiago
Hace 11 años Dalma Cartagena, maestra de la Escuela de la Comunidad SU Botijas I de Orocovis, rescató del abandono dos cuerdas de terreno aledañas a las instalaciones escolares para desarrollar un huerto. Hoy día, este huerto escolar se ha convertido en todo un salón de clases al aire libre, donde estudiantes de cuarto a noveno grado aprenden sobre cómo preparar semilleros y composta; y a cosechar lo que producen. 
Estudiantes de cuarto a noveno grado aprenden a preparar el terreno para la siembra
 
Tan llamativo es este ‘salón de clases’ (sólo una cuerda cultivada) que los estudiantes más pequeños cuentan el tiempo que les falta para formar parte de este proyecto vivo, que sólo toma una hora del currículo académico de cada alumno. 
Cosechando habichuelas. El huerto forma parte del currículo escolar.
En esta ocasión, conversamos con la también agrónoma y con una representación de sus estudiantes (106 estudiantes en total), a principios de junio, en el Museo de Vida Silvestre de San Juan con motivo al anuncio de la otorgación de un donativo de parte de la compañía Ford. La beca de $3,000 fue utilizada para la compra de equipo y herramientas llamativas para continuar fomentando en los estudiantes el interés por la educación agrícola. Asimismo, para la rehabilitación de una compostera, adquisición de semillas y el uso de bueyes. 
Algunos de los estudiantes huerteros en el Museo de Vida Silvestre. Foto: Agrochic
 
Según explicó Cartagena, todas las prácticas que se aplican al huerto son amigables con el medio ambiente; no utilizan químicos por lo que la producción es orgánica. 
Estudiantes colaboran en el empaque de lechuga. Pueden llevar a su casa y vender en la comunidad
Precisamente, los estudiantes tienen la oportunidad de llevar productos frescos a su casa y también pueden venderlos en la comunidad escolar y el vecindario, cuyos fondos se reinvierten en las necesidades del huerto. Sin embargo, este es un proyecto de renovación anual, pues durante el verano la cosecha se pierde ante la falta de manos que puedan dar mantenimiento al trabajo de los estudiantes. Éstos realizan siembras de productos de ciclos cortos como: lechugas, zanahorias, cebollas, papas, repollo, brécol, calabazas, perejil, pepinillos, tomates y habichuelas. Además, siembran ornamentales como las flores conocidas como escopetones o zinias. 
Las papas son uno de los muchos cultivos orgánicos que se cosechan en el huerto escolar
 Uno de los métodos de evaluación que utiliza Cartagena son los diarios donde cada estudiante escribe sus reflexiones y experiencias sobre lo que implica trabajar en el huerto. “Algunos estudiantes comentan que mientras están trabajando en el huerto respiran un aire diferente, ‘duro’ o ‘grueso’, refieriéndose a una mejor calidad ”, explicó la maestra del sistema público de Puerto Rico. 
Los estudiantes expresan respirar una mejor calidad de aire cuando trabajan en el huerto
Para Cartagena es importante que sus estudiantes aprendan a cooperar y a colaborar los unos con los otros por eso cada semestre cada grupo de jóvenes se les asigna un banco o área que deben desyerbar, arreglar y optimizar para la siembra. “La mejor evaluación del proyecto son los productos y la calidad de la cosecha”, añadió Cartagena. Además, todo el conocimiento que adquieren lo pueden aplicar en sus hogares como es el caso de Joyce Suárez de cuarto grado, quien vive en una finca y comparte con su abuelo la satisfacción de sembrar. 
Cada grupo recibe un banco o área que deben desyerbar y preparar para el cultivo de hortalizas
 Asimismo, el huerto escolar cuenta con la colaboración de los empleados del comedor escolar, quienes apartan todo el material orgánico como las cáscaras y vegetales sin cocinar para disponerlos para la composta que será utilizada para mezclar y enriquecer el terreno de siembra.
Parte de la beca Ford se utilizó para la compra de semillas y herramientas
La Escuela es la única en el Distrito de Orocovis que cuenta con el Programa de Educación Agrícola del Departamento de Educación.
Durante el 2010, Ford Puerto Rico otorgó $40,000 entre varias organizaciones del país como parte de los donativos para la Conservación y Medio Ambiente, entre ellos Casa Paoli, Proyecto Agroecológico, UPR, Sendero Eco Pedagógico, Proyecto Coquí y Huerto para mi Escuela. 
Fotografías suministradas: Escuela Botijas I de Orocovis 
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