Por Dania Rivera Ocasio

Un medio de cultivo perfecto para tus plantas no existe. Cuando están en su lugar de origen, las plantas están creciendo en el suelo y condiciones ideales para ellas.

Sin embargo, cuando las llevamos a nuestros hogares estas condiciones y suelo no necesariamente están disponibles. Por esto se seleccionan medios de cultivo o sustratos.

Manos y tierra
Si siembras mucho, crea tu propia mezcla. Foto: Pixabay.com

Fíjate que estos términos no se refieren a la tierra o suelo. El suelo o tierra del patio serán ideales para plantas nativas del área en donde vives. En el caso de que vivas en un lugar urbanizado puede que tu patio esté “relleno”.

Si estás considerando hacer un jardín puede que necesites mejorarlo con top soil para luego sembrar tus plantas. Pero cuando nos referimos a medios de cultivo o sustratos estamos hablando de la mezcla que utilizamos para trasplantar nuestras plantas ornamentales en tiestos o en la propagación.

Serie digital patrocinada, del 15 de abril al 14 de mayo 2020.

Medios de cultivo: orgánicos e inorgánicos

En el primer grupo están los componentes inorgánicos: como gravilla, arena, vermiculita, perlita, piedra pómez y poliestireno (foam).

El segundo grupo son los componentes orgánicos: turba, corteza de maderas, cáscara de arroz, aserrín y otros desechos orgánicos.

Es muy raro que utilicemos un solo componente para sembrar. Por ejemplo, las compostas pueden ser muy altas en nutrientes y tener texturas que no permiten el drenaje.

Por otro lado, la arena drenaría demasiado y no retiene o provee nutrientes. Por esto, lo ideal son las mezclas de varios componentes.

Cuando visitamos el jardín centro podemos encontrar diferentes mezclas para cada situación. Por ejemplo: para germinar, para plantas del jardín, para cactus y suculentas. Cada una de esas mezclas tiene una combinación apropiada de componentes que ayudará al crecimiento exitoso de tu planta.

Al comprar tus mezclas ten claro para qué las vas a utilizar. Si son plantas de interior, utiliza mejor medios a base de turba (peat moss) o mezclas de potting mix; y si son para el exterior puedes incluir aquellas que se llaman “tierra lista” o garden soil. Éstas últimas usualmente tienen más composta en la mezcla y podrían retener mucha agua para tus plantas de interior.

Cuando germines semillas, es bueno obtener un sustrato para ello que sea fino y retenga mucha humedad. Las semillas y esquejes, en sus primeros días, están sin raíces y necesitan un ambiente de alta humedad para promover su crecimiento.

Si siembras muchas plantas, puede que sea beneficioso para ti preparar tu propia mezcla, eventualmente será más económico y podrás controlar los ingredientes.  

DIY para tu medio de cultivo

Para crear su propia mezcla de sustrato selecciona al menos un componente que provea drenaje (gravilla, arena, perlita, corteza de madera) y un componente que ayude a retener el agua y los fertilizantes (turba, composta, turba de coco).

Cucharón
Crea una mezcla con las características que preferirán tus plantas. Foto: Pixabay.com

Las mezclas se preparan por volumen. Para preparar una mezcla de arena y turba 1:1 v/v, lo que significa es: una parte de arena y una parte de turba; puedes utilizar un envase de medida y mezclar cantidades iguales de cada componente. 

No importa la cantidad que vayas a preparar siempre y cuando utilices el mismo envase y la misma referencia. En este ejemplo podrías terminar preparando 4 tiestos llenos de turba y 4 tiestos llenos de arena, y sigue siendo una mezcla 1:1 v/v.

Recetas para sustratos específicos

Anota en una libreta las proporciones de la mezcla para facilitar el proceso en un futuro. Foto: Kara Eads en Unsplash

En plantas ornamentales se utiliza mucho una mezcla a base de turba, perlita y vermiculita a razón de 1:1:1 v/v. En este caso, es una de turba, uno de perlita y uno de vermiculita en partes iguales. En sustitución a la turba puedes utilizar turba de coco.

Flores azules
Plantas ornamentales necesitarán una mezcla que retenga más humedad. Foto: Pixabay.com

Para cactus y suculentas las mezclas suelen tener más arena o un componente que ayude a drenar para evitar la acumulación de agua en el medio, ya que estas plantas tienen estructuras donde acumulan agua. Para éstas podrías preparar una mezcla de 3:2:1 v/v o sea: tres partes de turba o potting mix, dos partes de arena y una parte de perlita. Si utilizas perlita, protégete la cara con una mascarilla, ya que es una piedra semi molida y su polvo puede afectarte.

Suculentas en tiestos de barro
Las suculentas y cactus prefieren mezclas que drenen rápido. Foto: Pixabay.com

Si vas a germinar semillas podrías preparar una mezcla 4:1:1:2 v/v. Que consiste de cuatro partes de composta (asegúrate que sea una composta de calidad, bien hecha), una parte de perlita, una parte de vermiculita y dos partes de turba.

Plantas en germinación
Durante el proceso de germinación, las semillas necesitarán una mezcla que retenga mejor la humedad. Foto: Pixabay.com

Consejo extra

Humedece el medio de cultivo antes de sembrar, esto ayudará a que esté uniformemente húmedo y que cuando lo riegues el agua penetre mejor.

Regaderas de colores
Foto:  Wolfgang Rottmann en Unsplash

Aprovecha y añade un fertilizante de liberación lenta a tu mezcla. Un fertilizante balanceado (Por ejemplo:14-14-14) puede ayudar a que tus plantas encuentren nutrientes cada vez que las riegas.

Guarda tu mezcla en un lugar limpio y no lo dejes a la intemperie para que no se llene de semillas de malezas o de insectos.

Características de un medio de cultivo

  • No contener sal o alto nivel de salinidad
  • Tener una capacidad de intercambio catiónico (CIC) alta
  • Ser ligero en peso para facilitar su transporte al lugar de plantación
  • Debe sostener firmemente los esquejes o plántulas
  • Mantener la humedad suficiente para evitar la necesidad del riego frecuente
  • Ser lo suficientemente poroso para que el exceso de agua drene fácilmente
  • Permitir la aireación suficiente de las raíces
  • Estar libre de semillas, nemátodos, enfermedades y plagas
  • Capaz de ser esterilizado sin cambiar sus propiedades
  • Tener suficientes nutrientes para un desarrollo inicial sano de las plantas
  • Tener un pH adecuado
  • Ser estable, que no se expanda o encoja en exceso o forme capa dura superficial por la exposición al sol
  • Económico
  • Disponible con facilidad
  • Uniforme

La autora es doctora en horticultura y trabaja con el Servicio de Extensión Agrícola de Puerto Rico.