Reforestación y bienestar social
Cómo se beneficia nuestra salud y bienestar social cuando participamos de experiencias de reforestación comunitaria
Por Perla Sofía Curbelo- Santiago
La reforestación comunitaria no solo tiene el potencial de transformar y embellecer el paisaje, sino también de mejorar la calidad del aire, aumentar la biodiversidad y promover el uso de espacios donde las personas pueden conectar y convivir.
Precisamente, participar de este tipo de esfuerzo colectivo contribuye a reducir el riesgo de aislamiento, a la que muchas personas hoy día, sin un sistema de apoyo, se exponen, y que eventualmente podría llevarlos a la soledad, lo cual tendría efectos perjudiciales a su salud.
Según explica Vivek H. Murthy, ex cirujano general de los Estados Unidos, en su libro Together: The Healing Power of Human Connection in a Sometimes Lonely World, muchas personas confunden la soledad con el aislamiento. Sin embargo, existe una gran diferencia.
“La soledad es un sentimiento subjetivo de no contar con las conexiones sociales que necesitas. Puede sentirse como estar abandonado o desconectado del grupo al que perteneces, aunque estés rodeado de otras personas. Lo que te falta es el sentimiento de cercanía, confianza y el afecto de verdaderos amigos, seres queridos y comunidad”.
Una actividad de siembra al aire libre es una excelente forma de conectar con el ambiente como también con personas a nuestro alrededor.

La reforestación comunitaria no solo tiene el potencial de transformar y embellecer el paisaje, sino también de mejorar la calidad del aire, aumentar la biodiversidad y promover el uso de espacios donde las personas pueden conectar y convivir. Fotos: Canva.com
Los esfuerzos de reforestación pueden comenzar desde el patio de nuestro hogar y continuar en paralelo en espacios comunes del vecindario como también en bosques y zonas costeras junto a otras personas con intereses similares. De esta manera no te sentirás que eres la única persona luchando por cambiar el futuro del Planeta.
La pérdida acelerada de árboles debido a factores como huracanes, fuegos forestales o acciones humanas para la expansión de proyectos agrícolas o de construcción ha propulsado a que más personas alrededor del mundo se unan a esfuerzos de voluntariado para reforestar cerca de su comunidad, y, de paso, darles aún más propósito a sus vidas.
En un artículo publicado en el Harvard Business Review sobre los beneficios del voluntariado, Harry Kraemer, profesor de gerencia y organizaciones de la Kellogg School of Management en Northwestern University, señala que el voluntariado puede ayudar a las personas a reducir la brecha entre las responsabilidades del trabajo y nutrir su interés de “hacer la diferencia” en el mundo.
Sin embargo, este reconoce que para muchas personas escoger una causa o tomar acción podría resultar abrumador, pues siempre nos estamos preguntando si lo que estamos haciendo realmente “mueve la aguja” en el mundo. Por ello este recomienda:
1. “No renunciar antes de comenzar”
Reconocer qué asuntos son parte de nuestro “círculo de preocupación”, que no tenemos control directo; y cuáles son parte de nuestro “círculo de influencia”, que es todo aquello que sí podemos controlar, como nuestras decisiones y nivel de envolvimiento.
Tal vez la siembra de un árbol en el patio de nuestra casa no resuelva el cambio climático, pero eso no significa que tenemos que quedarnos de brazos cruzados y no sembrar.
Tanto el árbol en nuestro patio como también unirnos a un esfuerzo de reforestación comunitaria, por ejemplo, sí tendrá un impacto significativo y directo en nuestra calidad de vida. “Si suficientes personas enfocan sus esfuerzos en estas áreas (preocupación vs. influencia) con sus comunidades o a pequeña escala- colectivamente pueden crear un cambio positivo”, añade el autor en su artículo.

Tal vez la siembra de un árbol en el patio de nuestra casa no resuelva el cambio climático, pero eso no significa que tenemos que quedarnos de brazos cruzados y no sembrar. Fotos: Canva.com
2. “Empieza pequeño y ahora”
Kraemer recomienda también comenzar justo donde estamos parados: a través de nuestro network, ya sea de trabajo, comunidad o nuestro vecindario. Este sugiere identificar qué es lo que realmente nos importa para alinear esas causas a nuestros valores o problemas que quisiéramos resolver.
Participar activamente de algún proyecto de reforestación comunitaria es una causa que contribuirá a nuestra salud física y mental, pues la actividad de siembra promueve de inmediato el ejercicio y nos ayuda incluso a manejar mejor el estrés.
Además, promueve y fortalece la comunicación entre los participantes del esfuerzo y al concluir la actividad brindará un sentido de orgullo y pertenencia profunda con el espacio.
Sobre el programa de Rescate Costero

Desde hace un año, FirstBank apoya, junto con sus voluntarios y organizaciones comunitarias, la siembra de árboles en la zona costera. Fotos: Suministradas
Si la reforestación es un tema de tu interés y quieres involucrarte de forma más activa en tu comunidad, podrías unirte al esfuerzo colectivo de reforestación costera, denominado Rescate Costero, que lleva a cabo FirstBank como parte de su programa Uno con el ambiente.
Desde hace un año, la institución bancaria apoya, junto con sus voluntarios y organizaciones comunitarias, la siembra de árboles en la zona costera. De esta manera contribuyen directamente a las medidas de prevención, mitigación, adaptación y resiliencia ante el aumento del nivel del mar y la erosión costera en la isla.
Algunas de las plantas que han sembrado como parte de estos esfuerzos son: Icacos, Cayur, Palo de pollo, Mangle botón, árbol de María, Roble nativo, Scavola y Uva playera.
Para conocer más sobre el programa Rescate Costero de FirstBank, visita Uno con el Ambiente – 1FirstBank
Fuentes consultadas:
https://hbr.org/2025/03/looking-for-a-sense-of-purpose-volunteer?ab=HP-latest-text-4
https://agrochic.com/beneficios-de-la-reforestacion/
La autora es conferenciante sobre cómo preparar y maximizar nuestros patios y jardines para integrar ‘garden breaks’ a nuestra vida diaria. Es fundadora de Agrochic.com y está certificada en Terapia Hortícola por el Chicago Botanic Garden desde 2019. Además, es autora del libro ¡Verdura! Jardinería para tu bienestar (Cool Springs Press). Disponible también en inglés.