Mantenimiento de los rosales
Flores de temporada
por Sammy Malavé*
Este post ha sido actualizado
El cultivo y desarrollo de un rosal puede ser fácil o complejo. Depende de nosotros. Un rosal se compone de una o varias plantas de Rosa, cultivadas directamente en el terreno o en tiestos. La rosa es una planta de poco o ningún valor estético por la apariencia de su follaje. Se conoce hace más de cinco mil años; forrada de espinas desde el comienzo de su tronco y, para colmo, con unas características muy particulares para su crecimiento y desarrollo.
Sin embargo, cautivadora con su florecida exuberante, romántica por derecho propio y fragante hasta el límite. Las rosas son familia del ciruelo, el cerezo y el peral. Inspiran cuentos, historias, recetas, perfumes y fragancias.
Actualmente, en Puerto Rico, especialmente en las zonas urbanas, carecemos de terrenos y condiciones idóneas para el cultivo de un rosal.
Qué necesitamos:
Espacio en el sol: El sol de toda la tarde está bien, pero el sol de todo un día es ideal. Si alguna estructura, como una pared, está presente, que la misma no esté al sur de nuestro espacio. Sabremos la orientación del sol, si en la mañana lo tenemos a nuestra mano derecha, es el Este; en la tarde, a nuestra mano izquierda, es el Oeste; de frente tendremos el Norte y a nuestras espaldas el Sur. En el terreno, las plantas que alcanzan mayor tamaño se localizarán en la parte de atrás o lo más hacia el Norte posible. Así no ocasionarán sombra a los rosales más bajitos.
Distancia: La distancia de siembra mínima será de dos (2) pies una de la otra; las podemos sembrar en línea sencilla, línea doble, en círculos, cuadros, estilos libres, bordeando caminos y veredas.
Tiestos: Los tiestos por excelencia son los de cemento o de barro bien poroso. Eso lo sabremos si al golpear ligeramente el tiesto con un objeto sólido, el mismo tiene un sonido opaco y no afinado como una campana.
Los colores, matices, texturas, formas y complejidad de la estructura de la flor y el tipo de crecimiento de nuestra planta en el Rosal no tienen límite, aunque ciertas variedades prefieren climas templados no parecidos al nuestro.
Mantenimiento: Siembras en el terreno: será una prioridad mantener el área de siembra o perímetro de la planta libre de yerbajos, grama, plantas, piedras, cubierta orgánica o mulch. Las hormigas no tienen vela en este entierro. El terreno tiene que ser uno bien drenado: no puede tener estancamiento de agua.
Siembras en tiestos: Si es cultivada en tiesto o en terrenos mecánicamente alterados (todas las urbanizaciones en Puerto Rico) tendremos que suplirle abonamiento especialmente diseñado para su desarrollo y crecimiento. Es un abono con un análisis o composición que tenga elementos menores y esto lo indica la etiqueta, que dependiendo la fase de crecimiento de nuestra planta utilizaremos uno para el desarrollo de follaje (el primer número de los tres será más alto que la suma de los otros dos); para el desarrollo de muchas flores vistosas y duraderas (el segundo número de los tres será mas alto que la suma de los otros dos); y para el desarrollo de troncos y raíces fuertes (el tercer número de los tres será más alto que la suma de los otros dos). En todas las fases de crecimiento la poda será clave en el desarrollo del Rosal.
Control de plagas: para controlar la mancha negra de la hoja o Black Spot, utilizaremos un fungicida sistémico de uso doméstico, cero emposamiento de agua, abono para follaje y poda.
El autor es paisajista profesional. Puedes escribirle a: ambientetropical@aol.com
Agrochic: agricultura y jardinería - ¡Qué regalar esta Navidad!
9 años ago[…] podrías regalar una planta florecedora que estará en boca de todos durante el próximo año. Las rosas, orquídeas y por supuesto, la pascua serían estupendos […]