Capuchina en el huerto
La capuchina es una planta esencial y muy práctica
Por Perla Sofía Curbelo Santiago
La capuchina (Nasturtium officinale) es una planta trepadora que todos deberíamos sembrar en nuestros patios. Es un cultivo muy práctico, pues lo podemos utilizar para alimentarnos, medicarnos y por supuesto, para proteger otros cultivos en el huerto.
He tenido la oportunidad de propagar la capuchina por semillas y comerla en ensaladas y hasta mezclada con calabaza asada. Riquísima. Cabe destacar que sus hojas circulares y con nervios radiales tienen un sabor un tanto picante. Esto debido a su aceite esencial. Todas las partes de esta planta son útiles. Desde las hojas, las flores y sus semillas.
Cuándo y cómo cuidarla
La Primavera es un buen momento para sembrarla. Además, crece en todo tipo de suelo, incluyendo aquellos suelos pobres en nutrientes. Puede crecer a pleno sol o en sombra. Eso sí, debes regarla con frecuencia y, sobre todo, en días muy calurosos.
Procedencia y atributos
Esta planta es familia del berro y es originaria de Sudamérica. Llegó a España en el siglo XVI, procedente de Perú. Los españoles la convirtieron inmediatamente en una planta ornamental muy cotizada. Un siglo más tarde era uno de los ingredientes principales de sus ensaladas.
Además de las hojas puedes comer sus flores color anaranjado o amarillo intenso. Cualquiera de las dos hacen un estupendo contraste en la comida.
Repelente de plagas
En el huerto, la capuchina es tremenda acompañante para los rábanos, papas, brassicas y cucurbitáceas, ya que mantiene alejada a la mosca blanca.
Precisamente, su fuerte olor mantiene a los áfidos distantes del brécol y la calabaza.
No obstante, le puede atacar el áfido negro y el gusano del repollo. Así que puedes utilizarla como ‘cultivo de sacrificio’. Es decir, plantas que se siembran para distraer a ciertas plagas de los cultivos principales.
Propiedades medicinales
Entre sus componentes activos tiene un aceite parecido al de la mostaza, que también es algo picante; contiene aceite graso y proteínas. Tiene propiedades antibacterianas y antimicrobianas. Sus hojas son ricas en vitamina C y hierro.
Como remedio*casero, beber una infusión de sus semillas majadas resulta en un antiséptico en caso de inflamación de garganta, sinusitis y bronquitis.
Un dato curioso: En algunas partes de Francia es costumbre que las mujeres se den baños de hojas de capuchina para regular el ciclo menstrual.
Asimismo, puedes utilizar la infusión fría para bañarte y calmar tu piel en caso de irritaciones, y también si tienes la piel grasosa.
*Si estás bebiendo medicamentos o estás embarazada, recuerda consultar con tu profesional de la salud.
Fuentes consultadas:
Good Companions: A Guide to Gardening with Plants That Help Each Others, de Bob Flowerdew.
Las buenas hierbas: una guía completa sobre el cultivo y las utilidades de las hierbas, de Jennie Harding.
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