por Perla Sofía Curbelo Santiago
Me he dado cuenta que el ejemplo es a veces más que suficiente. Sin palabras. Los niños y las niñas aprenden por el modelaje y cuando nos ven haciendo algo que nos gusta también querrán hacer lo mismo. Ser como nosotros. Es lamentable que existan otros ejemplos que los impacten negativamente en un futuro. 
Sin embargo, es mucho lo que podemos hacer para integrar o desarrollar actividades en el patio y/o huerto para el disfrute y eventual aprendizaje. Este verano nuestros hijos, nietos y sobrinos pueden pasarla divino y de una vez ‘sembrar’ en ellos el espíritu de la colaboración.
Valeria, la nieta de la huertera Nydia Vicente revisando su pala. Fotos: N. Vicente
Lo bueno que tiene trabajar en el huerto con los niños, y que muchos maestros vanguardistas ya hacen, es integrar los conocimientos del currículo académico en  actividades prácticas. En el huerto podemos contar con ellos, enseñarles español e inglés; a escribir correctamente; enseñarles sobre ciencias e historia. La lista es larga y puede seguir enriqueciéndose según vayan creciendo. Les recomiendo que lean la columna Mi vida verde de la Agro. Kelmadis Pérez, publicada en la edición #2 de Agrochic Magazine. A base de su experiencia como madre de una infante, la asociación entre el aprendizaje y el huerto es uno activo, atractivo y animado. 
Integre a  los más pequeños con actividades supervisadas pero más importante con su ejemplo.
Por supuesto, como todo proyecto, debería planificar qué se va a hacer todos los días en el huerto y asignar las ‘responsabilidades’ de acuerdo con la edad. La huertera Nitya Morales recomienda ‘tener paciencia’. “Mi sobrino de 3 años haló un tomate que aún estaba verde y a otras plantas les echó demasiada agua”, comentó a través del muro de Agrochic en Facebook.  
Utilice tiestos de colores. Variedad en: R. Maldonado & Co.
Otras recomendaciones prácticas son: 
1. Utilice herramientas apropiadas para la edad del menor y llámelas por su nombre
2. Siembre plantas en tiestos coloridos y enseñe a través de la asociación. (Ej. zanahorias y el tiesto anaranjado; el tomate y el tiesto rojo)
3. Defina un área segura para que el niño ‘trabaje’ la tierra con usted y aproveche y  refuerce que el ensuciarse las manos con tierra ‘es bueno’ y tiene su tiempo y espacio.
4. Coseche y consuma con el niño o la niña. De esta manera reforzará su conocimiento sobre el lugar de procedencia de los alimentos y aumentará el potencial de su ingesta de frutas y vegetales de manera voluntaria.
5. La también huertera María Isabel Lasanta recomienda dejar que sean ellos los que preparen los rótulos de cada planta sembrada. Déles papel, lápices de colores. Dígales lo importante que es su contribución en el huerto para así no confundir las plantas. 
Comparta sus estrategias en el huerto mientras le enseña a los más pequeños. Escríbanos a perlasofia@agrochic.com
Abona tu vida.