Cómo deshidratar hierbas aromáticas
Prepara una vinagreta y mantequilla con tus hierbas aromáticas
La deshidratación de los alimentos es el método de preservación más antiguo que se conoce. Es considerado como el método de preservación más fácil de realizar. Consiste en exponer el alimento a temperaturas suficientemente altas para remover el contenido de agua pero no tan alta que cocine el mismo.
Cuando se tiene un huerto con hierbas aromáticas bien cuidado, éste nos recompensará con ricos aromas. Las hierbas aromáticas se usan para cocinar, como plantas medicinales y hasta para hacer popurrí. La hierbas frescas son una maravilla, ya que nos proveerán de una gran variedad de sabores en la cocina.
Las hierbas deshidratadas o secas son una conveniencia ya que las tendremos a la mano cada vez que las necesitemos. El proceso no es un misterio. Se pueden deshidratar las hierbas al aire, en un horno convencional o en el horno de microondas. Todo lo que hay que proveer es un ambiente para que la humedad de las hierbas se evapore y buscar un método que le permita retener al máximo, el color, la forma y la fragancia natural.
El primer paso en la deshidratación es el corte de las espigas. El mejor momento para cortar las hierbas para deshidratarlas es cuando ésta comienza a echar capullos ya que es cuando los sabores serán más intensos. Este corte se debe hacer con un cuchillo o tijera bien afilada. Se recomienda que se haga durante la mañana de un día soleado, después que el sol de las primeras horas haya secado la humedad del rocío. Seleccione las hojas o espigas que estén libre de plagas o insectos y remueva las hojas que estén mustias o con hongos.
Enjuague las hojas y los tallos con agua fría y sacúdalas ligeramente para quitar el exceso de agua, también puede secarlas suavemente con un papel toalla. Las hierbas como la salvia, el perejil y el tomillo son las más fáciles de secar. Simplemente, se preparan mazos pequeños que contengan de 5 a 8 tallos y se cuelgan para que se sequen al aire. Para mejor color y preservación de los sabores, se recomienda que se cuelguen dentro de la casa donde haya buena ventilación.
Existen hierbas cuyo contenido de agua es mayor, como lo son la menta y la albahaca. Estas hierbas desarrollarán hongos si no deshidratan rápidamente. Una manera de secarlas es preparando los mazos pequeños y colocándolos dentro de bolsas de papel de estraza. Hágale perforaciones a la bolsita para que pueda circular el aire. El proceso de secar al aire tardará aproximadamente entre 2 a 4 semanas.
Otro método para secar las hierbas es usando el horno convencional. Este es recomendado para las hojas de laurel, la salvia y la menta. En áreas donde hay mayor humedad en el ambiente, este método será más eficaz. Para este proceso remueva todas las hojas de los tallos. Colóquelas sobre un molde para hacer galletas tomando en cuenta que las hojas no deben de tocarse entre sí. Coloque en el horno a una temperatura no mayor de 180° F por 3 a 4 horas, manteniendo la puerta del horno abierta.
También se puede secar en el horno de microondas. Coloque las hierbas u hojas sobre un plato desechable de papel o sobre papel toalla y cocine por 1 a 3 minutos, volteándolas cada 30 segundos.
Para almacenar las hierbas ya secas, échelas dentro de un frasco de cristal con tapa y guárdelas en un lugar fresco. Si deshidrató las hierbas con el tallo, remueva los mismos antes de guardar las hojas. Si las hierbas fueron bien deshidratadas lo notará al poder pulverizar las mismas entre los dedos.
Las hierbas aromáticas ya secas duran por mucho tiempo y sus sabores están más concentrados. Al preparar una receta con estas hierbas, use 1/3 parte de lo que pida la misma. También puede preparar vinagretas o mantequillas.
Receta Vinagreta:
Eche las hierbas en una botella y añádale vinagre blanco. Coloque la tapa a la botella y asegúrese que quedó bien sellada. Deje curar por 4 a 6 semanas.
Receta Mantequilla:
Para la mantequilla, ablande ¼ de libra de mantequilla, añada 4 cucharadas de las hojas secas y poquito de jugo de limón. Bata con batidora de mano hasta que se mezclen los ingredientes. Refrigere y úsela para cocinar algunas carnes o para pasarlo al pan.
*La autora es miembro del Proyecto de Inocuidad en Alimentos del Servicio de Extensión Agrícola (SEA)
*Esta columna se publicó originalmente en Agrochic Magazine #3 (2011)