Añade a tu patio el atractivo y fragante ‘arbusto de las mariposas’

Por Perla Sofía Curbelo-Santiago y National Garden Bureau

La Buddleia, conocida también como “arbusto de las mariposas’’ (Butterflies Bush) es una de mis más recientes adiciones al jardín de polinizadores. 

Aunque ya la conocía, no fue hasta hace poco que vine a encontrar una, de sus muchas variedades, en un vivero de Puerto Rico. 

Por el momento, está sembrada en un tiesto de terracota, el cual está elevado en medio de otras plantas. De esta manera, no solo está más expuesta al sol, sino que también me resultará más fácil de apreciar sus hermosos ramos de flores cayendo en forma de cascada. 

Buddleia en mi patio sembrada en tiesto de terracota. Fotos: Agrochic.com

Sí, las mariposas la merodean, sin embargo son los abejorros negros los que se roban el show en mi patio. Es fascinante ver cómo estos se abrazan a las espigas florecidas en busca del néctar que producen sus flores. Que, por ciento, tienen una exquisita fragancia la cual es mejor apreciar temprano en la mañana.

¿Conocías de esta planta? A continuación, te comparto información general provista por la National Garden Bureau

Aunque se le conoce como “arbusto de las mariposas”, también atrae a otros polinizadores como abejas y aves. Fotos: National Garden Bureau

La historia detrás de la buddleia

La buddleia es un símbolo de resurrección, renacimiento y nuevos comienzos. Con el apodo menos conocido de “arbusto de las bombas”, esta asombrosa planta prospera en los entornos más hostiles, incluso entre los escombros de tierras devastadas por la guerra.

En la Europa posterior a la Segunda Guerra Mundial, la buddleia era conocida por resurgir entre los escombros, ofreciendo a las comunidades una señal de esperanza. El botánico y taxónomo sueco Carl Linnaeus nombró a esta especie en honor a Adam Buddle, un botánico inglés del siglo 18. 

Las buddleias son endémicas de Asia, África y América, y existen más de 140 especies. La mayoría son arbustos que alcanzan menos de 16 pies de altura, pero algunas especies se consideran árboles. 

Cabe destacar que, las formas florales de la buddleia varían según la especie en los distintos continentes. La mayoría producen panículas (grupo de flores en forma de rama) compuestas por numerosas flores tubulares individuales para facilitar el acceso al néctar a insectos y aves benéficas. 

Buddleja es la ortografía original otorgada por Linneo, pero según la práctica moderna del latín botánico, debería haber sido ‘Buddleia’. Esta ortografía alternativa ha ganado amplia aceptación con el tiempo y ahora ambas se usan comúnmente.

Siembra las buddleias en un lugar con un excelente drenaje del suelo; estas plantas son sensibles a la pudrición de las raíces y el agua estancada puede retrasar su crecimiento o provocar la muerte de la planta. Idealmente, la planta necesita una exposición de 8 horas de sol y no menos de 6. Fotos: National Garden Bureau

Al rescate de las buddleias

En algunos estados, como por ejemplo Washington, han declarado ciertas especies de buddleia como invasoras. Si bien algunas agencias estatales clasifican la Buddleia como una maleza nociva o designada, su uso no está restringido en muchos estados, y las opciones disponibles dependen de su ubicación. Recuerda la frase: “Planta adecuada, lugar adecuado” (Right plant, right place).

Una forma proactiva de gestionar la resiembra y fomentar el crecimiento de tu buddleia es mediante una práctica conocida como deadheading (quitar las flores secas). Si bien esta técnica ayuda a prevenir la propagación indeseada, también estimula el crecimiento de nuevas flores. Además, la buena noticia es que la invasividad de estos arbustos varía según la región. En climas más fríos, generalmente designados como zona 5 o inferior (hardiness zone), las fuertes heladas invernales pueden destruir eficazmente la viabilidad de las semillas, reduciendo su propagación.

Por otro lado, los nuevos esfuerzos de cultivo han dado como resultado híbridos que no enfrentan las mismas restricciones que las especies puras en algunos estados. Estos híbridos pueden venderse en esos estados restringidos si se ha demostrado que producen menos del 2 por ciento de semillas viables. Esto a menudo se conoce como “baja producción de semillas”, por lo que aún puede dar la bienvenida a la belleza de la Buddleia en su jardín de forma responsable.

 

Algunas variedades de la buddleia se desarrollarán mejor en camas mientras que otras, por su crecimiento compacto, son perfectas para recipientes. Fotos: National Garden Bureau

Consejos para cultivar la buddleia en el patio o jardín

1. La planta requiere exposición solar total: 8 horas es lo ideal, pero no menos de 6 horas de sol directo.

2. Coloca las plantas en un lugar con un excelente drenaje del suelo; las buddleias son sensibles a la pudrición de las raíces y el agua estancada puede retrasar su crecimiento o provocar la muerte de la planta. 

Si tienes suelo arcilloso, un consejo es plantar tu arbusto ligeramente por encima del suelo en un hoyo menos profundo. Esto creará un montículo donde el agua y la humedad podrán alejarse de la planta en lugar de asentarse.

3. Debido a su vigoroso crecimiento, si no se poda, la buddleia puede producir flores solo en su copa. Esto se llama flores del “segundo piso”, lo que significa que las flores solo aparecen en la parte superior de su copa y solo se pueden disfrutar desde una ventana del segundo piso, lo que impide disfrutar del color de sus flores desde abajo.

Entonces, para fomentar flores más a la altura de la vista, poda tu buddleia en primavera, después de que aparezcan los nuevos brotes. Haz los cortes justo por encima de los nuevos brotes de hojas. 

4. Para quienes viven en zonas templadas, evita plantar en otoño. La buddleia puede sufrir más daños en invierno, especialmente en climas más fríos. La planta generalmente es resistente en las zonas 5-9. Y plantar demasiado tarde no le da al arbusto tiempo suficiente para desarrollar raíces fuertes y desarrollar resistencia al invierno. 

5. Dado que con frecuencia mueren hasta el suelo en los inviernos del norte, es mejor podar toda la madera vieja a unas 12 pulgadas en primavera. Esto dará como resultado plantas más compactas. Recuperarán rápidamente su altura normal para el otoño y florecerán con la misma profusión a finales del verano, ya que florecen en la madera nueva. Notarás que las flores tienden a ser más largas y de colores más intensos en climas más fríos.

 

La autora es conferenciante sobre cómo preparar y maximizar nuestros patios y jardines para integrar ‘garden breaks’ a nuestra vida diaria. Es fundadora de Agrochic.com y está certificada en Terapia Hortícola por el Chicago Botanic Garden desde 2019. Además, es autora del libro ¡Verdura! Jardinería para tu bienestar (Cool Springs Press). Disponible también en inglés.