por Nydia Vicente, Huertera y bloguera

Cálices comestibles, rosa de Jamaica. Fotos: Nydia Vicente
Hay una planta que puedes cultivar en tu patio, con la cual se prepara un té o bebida fría o caliente, cuyo sabor es casi idéntico al del arándano agrio o cranberry. Nativa de África, su nombre:rosa o flor de Jamaica, o roselle en inglés.
Planta joven, rosa de Jamaica

De los dos tipos principales de esta planta, hay uno que contrario a otros hibiscos, produce un cáliz grande y carnoso, de color rojo intenso, el cual es ampliamente utilizado como colorante, para hacer té, sirop, jaleas, salsas y bebidas. Los cálices son ricos en vitamina C y antocianinas. Este último es un pigmento con propiedades antioxidantes, que se encuentra en frutas cuyo color varía de rojo brillante a azul morado. Ejemplos de éstas son los arándanos (blueberries), arándanos agrios (cranberries), moras (blackberries), ciruelas, entre otras.

Vistosas hojas moradas de H. acetosella.

En Jamaica, es común durante la época navideña el servir una bebida que se prepara colocando en agua hirviendo los cálices de la planta, jengibre machacado o clavos de olor y azúcar. Se deja reposar durante la noche y al día siguiente se cuela y se sirve con hielo y un chorrito de licor.

H. acetosella, hojas, cálices y flores

Las hojas tiernas y los renuevos se pueden comer tanto crudos como cocidos. Los tallos rinden una fibra que se usa para hacer tela de saco. En la India, África y México se utilizan todas las partes de la planta con propósito medicinal.

He consumido los cálices crudos y también he probado el té caliente de la rosa de Jamaica. En la actualidad tengo una hilera sembrada de este hibisco en mi jardín, así que con la producción que obtenga de seguro que intentaré otras formas para saborear esta nueva delicia.
Hay otro hibisco, el H. acetosella, o roselle falso; planta ornamental que algunas personas confunden con la verdadera rosa de Jamaica. Ésta produce cálices rosados que no son comestibles. Es sumamente atractiva, con hojas que van de verde a morado y flores de color muy llamativo. Tanto las hojas como las flores son comestibles. 
Ambas plantas se pueden cultivar fácilmente de semilla o esquejes. Crecen muy vigorosas y sólo necesitan buen drenaje y un poco de abono. En el caso de H. sabdariffa, un exceso de fertilizante promueve el desarrollo de mucho follaje y pocas frutas o cálices. Tarda aproximadamente seis meses en florecer y como es fotoperiódica (responde al largo del día), se recomienda su siembra en mayo, de modo que la florecida comience después de octubre que es cuando los días se hacen más cortos. Los cálices se cosechan desde noviembre hasta enero.
Cáliz– Cubierta externa de las flores completas, de consistencia fuerte y que está formada por hojas duras de color verde llamadas sépalos. En el caso de Hibiscus sabdariffa el cáliz es rojo.
Nota de la editoria: El Servicio de Extensión Agrícola de Puerto Rico publica el opúsculo Los hibiscus de Carlos Mántaras Pabón, horticultor.
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