¿Por qué vale la pena sembrarlo?

Por Nydia E. Vicente
Si solamente pudiera cultivar en mi jardín una aromática, elegiría el jengibre.
Les diré por qué: fácil de cultivar, resistente a enfermedades y plagas, se procesa y se preserva de manera sencilla, antioxidante, y tiene muchos usos, tanto culinarios como medicinales.
Jengibres cosechados. Foto: Nydia E. Vicente

Usos que le doy al jengibre:

-En stir fries– es riquísimo, le da un toque dulzón y picantito al plato que sea
-Ideal en bizcochos, panes y galletitas
-Abrillantado, en la confección de granola, o como sustituto de un dulce
-En té, frío o caliente. Sólo o con limón, y un chorrito de miel.
-Unos pedacitos en el chocolate caliente le añaden un toque que es casi adictivo.
-Mezclado con jugo de uva o de manzana, sin filtrar
-Hot toddy: Esto se supone que es un remedio para el catarro, pero como bebida, está muy buena también. Hierves un pedazo de jengibre machacado en agua por varios minutos. Aparte, cortas una ruedita de limón y la colocas en una taza con tres clavitos de olor. Le echas un chorrito de miel. Cuando ya el jengibre haya liberado el sabor, echas el agua en la taza y le echas otro chorrito, pero de ron o vodka (esto es opcional, pero te ayuda a dormir). Lo mueves y listo, te lo tomas. ¡A mi me funcionó!
 
-Un pedacito de jengibre abrillantado alivia las náuseas y el reflujo ácido
-Un té caliente de jengibre con limón y miel es un buen remedio para el catarro
-El extracto de un pedazo de jengibre rallado y exprimido añadido a un vaso de jugo de limón con agua mineral, y endulzado con agave o azúcar cruda compite y, le gana a cualquier bebida carbonatada; sabe mejor y es más saludable.