por Marilyn Cancel
Huertera y bloguera
Cuando comencé mi huerto casero no tenía mucha confianza, ni tan siquiera sabía del tema, y hasta dudaba si podía cosechar algo. ‘No hay nada mejor que disfrutar de alimentos sanos cultivados en tu propio hogar’. ¿Cuántas veces compras lechugas, pimientos, cilantrillo y cilantro en paquetes? De seguro terminan dañándose en la nevera porque no los utilizas todos al momento.
Hoy día, mi huerto me brinda satisfacción y ahorros económicos; no tengo que salir tanto al supermercado. La ventaja es que utilizas lo que necesitas y lo demás se queda en tu huerto hasta la próxima vez.
Cuando vi los resultados de mis primeras siembras, la cosecha fue mejor de lo que esperaba. Me entusiasmé tanto que fui incorporando los cultivos que más utilizo en mi hogar. Luego quieres más y más, te antojas de todo aunque no tengas espacio. Te ingenias para buscar un rinconcito para sembrar. En mi caso he llegado al extremo de que cada artefacto o pieza que desechan por ahí lo observo y analizo qué provecho le puedo sacar en mi huerto.Reciclamos y ayudamos al ambiente.
Mis logros como novata, directamente de mi huerto casero:
Recao o culantro
Pimientos verdes
Fresas
Plantas de plátano
Tomates Cherry
Lechuga del país
Árbol de arándanos
Tomateras
Sin embargo, después de todo el afán, trabajar, dedicar tiempo al huerto, tener la satisfacción de obtener y saborear bellas cosechas, ocurre lo insesperado. En un abrir y cerrar de ojos el lugar que tenía como terapia, salud y unión con la naturaleza está bajo agua. Qué horror. Un huerto lagún (como le llamo). 
El huerto lagún
 
¿Cómo reponerse de esto?
Como consuecuencia de las lluvias de esta temporada, todas las plantas comenzaron a tener efectos negativos. Perdí casi lo poco que tenía. Ver tus plantas bajo agua, y peor aún, arrancadas literalmente, causa gran frustración. Pero de esto se aprende y no debemos tirar la toalla, al contrario, debes analizar qué puedes mejorar. Saber qué alternativas tienes para proteger tus plantas, y las que no, sólo esperar a que pase el evento atmosférico y comenzar otra nueva etapa.
Lo mejor de todo es eso: que se puede sembrar una y cuantas veces sea necesario. Al fin y al cabo, las plantas también tienen su ciclo de vida.
Huerto en tiestos protegidos ante tormenta
Así que en vez de llorar decidí rescatar mi huerto de las inclemencias del tiempo.
Sembrar no es simplemente colocar una semilla y esperar a que germine. Es mucho más que eso. Si te decides debes tomar en consideración varios factores.
  1. Identifica el área, desague y suelo más idóneo para cultivar
  2. Si siembras en tiestos, considera el tamaño y el drenaje
  3. Cuánta luz o sombra requieren las plantas seleccionadas
  4. Qué necesidad de riego requieren tus plantas
  5. Fertilizar y/o abonar las plantas en el momento adecuado
  6. Cómo manejar posibles plagas y enfermedades
  7. Plan de acción para proteger tus plantas ante eventos de la naturaleza
  8. Utilizar herramientas básicas y necesarias para trabajar en tu huerto
  9. Lugar donde colocarás tus plantas para protegerlas de tormentas
  10. Por último, y no menos importante, buscar orientación de expertos y asistir a actividades sobre huertos caseros.
En cuanto a la naturaleza, no debemos ni podemos ir contra ella, pero sí podemos prepararnos. Las que puedas proteger de las lluvia colócalas en un lugar seguro hasta que pase la emergencia. Y luego, a recoger y a comenzar a trabajar con lo rescatado y esperar el progreso de los semilleros nuevamente.
Así que anímate, porque tener un huerto está al alcance de todos.


Abona tu vida.