Pausa en el jardín
Cómo aprovechar los espacios “verdes” para tu bienestar
Por Perla Sofía Curbelo Santiago
Una pausa en el jardín, huerto o en el parque más cercano podría ayudarte en tu capacidad de enfoque y hasta en la calidad de trabajo que realizas.
Este planteamiento está apoyado por la teoría de la restauración de la atención (Attention Restoration Theory) la cual propone que cuando estamos expuestos a elementos de la Naturaleza no solo disfrutamos más, sino que también mejoramos nuestro enfoque y concentración.
ART, por sus siglas en inglés, explica que todos tenemos dos tipos de atención: una voluntaria y otra involuntaria. La voluntaria es aquella que requiere de toda nuestra concentración para poder completar procesos de análisis y toma de decisiones. Por ejemplo, escribir un ensayo, preparar un informe o hasta la lista de comestibles.
Mientras que la involuntaria no exige este nivel de demanda. Cuando nos vamos al patio a leer, escuchar los pájaros cantar o a observar nuestras plantas le estamos dando un “respiro” a nuestra atención voluntaria permitiendo su recuperación.
De aquí que muchas personas describan sentirse relajadas y hasta con una “mente más clara” luego de llevar a cabo una actividad al aire libre o relacionada con las plantas.
Los problemas se presentan cuando fatigamos nuestra atención voluntaria. Se reduce nuestra concentración, los errores en tareas básicas son más frecuentes, somos más vulnerables a la irritación y frustración, y por ende dejamos de ser productivos.
Herramientas “verdes”
Los jardines, patios y parques son espacios “verdes” necesarios para promover la salud física y mental de las personas. Incluso, colocar algunas plantas en el interior de nuestro hogar también tiene efectos positivos en nuestra salud.
Además de producir oxígeno, está comprobado científicamente que las plantas contribuyen a filtrar el aire de contaminantes; y estar conscientes de su presencia mejora nuestro estado emocional y físico.
Así que aprovecha lo que tengas disponible y maximízalo para tu bienestar: el huerto, un terrario, la terraza o el parque de tu comunidad. Estas son herramientas a las que puedes recurrir para pausar en medio de tu día de trabajo, cuando te sientas en estrés o simplemente como parte de tu rutina diaria de auto cuidado.
Tiempo y actividades
Tu pausa o garden break no tiene que ser igual todos los días. Para mantener la motivación, puedes variar la extensión y actividades. Incluso, si practicas la jardinería, puedes alinear tus pausas con tus tareas del patio.
También, cuando te sea posible, cambia el escenario. Hoy en tu patio y mañana en el parque de la urbanización.
Igualmente, la cantidad de tiempo que necesitarás para tus pausas dependerá del día, tus compromisos y actividades. Hay personas que con pausas de 15 minutos cada dos o tres horas es suficiente para recuperar su energía. Mientras que otras podrían necesitar un medio día o hasta un día completo para sentirse energizadas.
Es importante que calendarices y planifiques estas pausas en tu agenda para crear un hábito y obtener los resultados deseados: descanso, mayor concentración y un mejor estado de ánimo, entre otros beneficios.
¿Por dónde comenzar?
Crea una lista. Enumera todas las actividades que disfrutas, te relajan y te hacen sentir bien cuando estás en el jardín o en un parque (el riego de plantas, podar, cosechar, caminar, meditar, escuchar y sentir el viento).
Identifica el lugar. Establece dónde puedes realizar estas actividades (tu hogar, parque del vecindario o en una habitación de tu casa). Algunas de tus “pausas ideales” podrían limitarse a días y horarios específicos; otras dependerán de tus circunstancias de vida familiar y laboral. Sé flexible contigo.
Tiempo. Establece la extensión de tus pausas. Podrías tener actividades previstas para 15 ó 30 minutos, dos veces al día; también para una hora al día. Tú decides cómo divides tu tiempo.
Distribuye. De la lista de actividades, identifica cuáles te podrían ayudar a recuperar tu estado de ánimo en periodos cortos y cuáles en periodos más largos. Tal vez podrías dejar estas últimas para cuando termines tu día de trabajo o un proyecto significativo.
Agenda. Crea tu rutina de garden breaks diariamente o de forma semanal. Si mantienes una agenda electrónica, activa las notificaciones para que no se te olviden. Si no, coloca la agenda de la semana en un área visible (bulletin board, puerta) para recordarte tus garden breaks. Al finalizar, recuerda marcarlas como completadas. Esta acción refuerza tus logros, autoestima y sentido de responsabilidad para contigo.
Crear un plan para una o más pausas en el jardín promoverá un mejor estilo de vida, evitará que pierdas el tiempo y te ayudará a restaurar tu calidad de atención.
Fuentes consultadas:
https://hbr.org/2020/06/managers-encourage-your-team-to-take-time-off
La autora es fundadora de Agrochic.com y está Certificada en Terapia Hortícola por el Chicago Botanic Garden. Además, es miembro de la American Horticultural Therapy Association®