Nuestra Escuela y la educación agrícola
Ganadores Donativos Ambientales Ford
Por Perla Sofía Curbelo-Santiago
Nuestra Escuela quiere llevar el mensaje a la comunidad de que la conexión con la tierra es uno de sus pilares fundamentales y, aún en medio de la pandemia del COVID-19, la soberanía alimentaria es esencial para su agenda académica.
Según Ana Yris Guzmán, presidenta ejecutiva de la organización, como parte de la estrategia integral frente a la pandemia, han incluido el contacto con la tierra en todo el rediseño curricular, así como también en las prácticas de apoyo sugeridas a las familias.
Precisamente, Nuestra Escuela resultó una de las organizaciones ganadoras de los Donativos Ambientales Ford en el 2019, con el proyecto Nuestra Escuelita Cosecha, en la categoría de Seguridad Alimentaria.
“Este proyecto fue de los más afectados por las consecuencias de la Pandemia. Aunque Nuestra Escuela ha sostenido las clases con las y los estudiantes, así como el apoyo a ellas, ellos y también el apoyo a sus familias, el contacto cotidiano con el huerto se encuentra en suspenso, hasta que podamos regresar a la modalidad presencial”, explicó Guzmán.
“Hemos recibido este año dos grandes retos, no planificados, que fueron los sismos del pasado mes de enero, y la pandemia”, comentó la Presidenta Ejecutiva.
“Para ello, hemos contado con una respuesta humana, amorosa y eficiente de nuestro personal, que está completamente alineado y comprometido con la Misión de Amor de Nuestra Escuela, y que ha duplicado y triplicado el esfuerzo para lograr cumplir con las metas establecidas en la línea de tiempo del proyecto”, añadió.
“Ante la situación de incertidumbre actual, la etapa final del proyecto será adaptada, pero como hemos estado cumpliendo las metas de forma cabal, habremos completado y superado los objetivos establecidos en nuestra planificación original”, aseguró la educadora.
De acuerdo con los directivos de la organización, Nuestra Escuelita Cosecha es un proyecto que combina la educación preescolar alternativa, inspirada en la metodología Reggio Emilia con la agricultura ecológica y con los principios de comunidades urbanas saludables.
Su objetivo es dejar una huella duradera sobre la importancia de la agricultura y las bondades espirituales y físicas de convivir con la Naturaleza, los elementos naturales y las personas de su comunidad.
Nueva Escuela, que ya tenía en función el Huerto Calidad de Vida, transformaba el espacio en un “aula verde”, así como también en centro de práctica de agricultura ecológica para sus estudiantes entre las edades de 3 a 5 años.
Asimismo, extendió una invitación a la comunidad que le rodea para que también se beneficiara de estas áreas verdes y de otras experiencias con la Naturaleza.
A través del Proyecto, los estudiantes se educaban sobre semillas, acuapónicos, riego, cuidado de gallinas ponedoras, siembra y cosecha, y energía solar, entre otros temas.
“El proyecto aprovecha que el huerto se encuentra cercano a una escuela pública y que la mayoría de los vecinos son de edad avanzada, y los convoca a todos a participar del huerto colaborativamente y/o a participar de talleres multi-generacionales y talleres escolares, ofrecidos por expertos en agroecología en nuestro huerto que se convierte en una sala de clases viva”, elaboró la Presidenta Ejecutiva.
Desde que recibieron el Donativo, Nuestra Escuela lo ha invertido en equipo para el Huerto Calidad de Vida.
Además de ser un espacio educativo “verde” también ha servido como centro para el recibimiento de visitas internacionales; escenario de alianzas y colaboraciones con otras escuelas, redes de apoyo y organizaciones sin fines de lucro.
“Hemos hecho [los] esfuerzos para que el Huerto Calidad de Vida sea un espacio donde los saberes de la Naturaleza se integran de forma armónica y muestran a nuestros participantes, y a la comunidad, la importancia que tiene la tierra como recurso y como fuente de vida”, resaltó Guzmán.
De acuerdo con Guzmán, el Donativo y el apoyo de Ford ha sido pieza clave para el desarrollo de los emprendimientos agrícolas de la organización, ya que les ha permitido contar con recursos de alto calibre como también con el reconocimiento a la calidad de sus servicios.
“Para Nuestra Escuela es un honor y una hermosa responsabilidad ser parte de las entidades reconocidas, por nuestra gestión con las nuevas generaciones, en la construcción de un ambiente más sano, creando consciencia sobre la importancia de vivir en armonía con el Planeta”, acotó.
El equipo de Nuestra Escuela está compuesto por siete personas, incluyendo a su Presidenta Ejecutiva; el agrónomo Samuel Morales; el Director de Desarrollo Ángel Pérez Soler; las maestras de Nuestra Escuelita: Damaris Cruz Flores, Celinés Febres Rodríguez y Rahiza Ramírez Monserrate; además del Cuidador de Nuestra Escuelita Jorge Malek Guzmán.
Desde su establecimiento en el 2001, el programa de Donativos Ambientales Ford ha aportado más de 1.7 millones de dólares a cientos de proyectos ambientales en Centroamérica y el Caribe.
Con este programa de responsabilidad social, Ford tiene como objetivo empoderar a las comunidades hacia un futuro más sostenible, al fomentar la multiplicación de esfuerzos colectivos que sirvan como catalizadores de cambios para alcanzar un mejor planeta.