por Perla Sofía Curbelo Santiago

“Yo, sí no es con la luna, no cosecho nada, mejor espero”, comentó Raquel Torres en el muro de nuestro grupo social en Facebook. Y es que como Raquel, son muchas las personas alrededor del mundo que se dejan llevar por las fases de la luna para realizar sus actividades agrícolas en el campo o en sus huertos caseros.
 
Aunque parece sencillo sincronizar las actividades de acuerdo con la fase lunar, es necesario considerar otros factores, pues lo que funciona en un país, puede resultar en un problema en otro. El Instituto de Permacultura de Puerto Rico recomienda considerar otros factores como la época de siembra, el tipo de suelo, la fertilización, la humedad, la luz solar y el espacio disponible. 
 Libro del historiador Sebastián Robiou

Otra de las comentaristas en nuestro muro, Enid Drevon, opinó: “Yo hago todo lo posible por seguir el calendario lunar, porque así lo hacían nuestros abuelos y hay que seguir la tradición”. 

El movimiento orgánico ha crecido tanto en los últimos años que ha provocado un resurgir en las técnicas agrícolas que utilizaban nuestros antepasados. Por ejemplo, el historiador Sebastián Robiou Lamarche, en su libro Taínos y Caribes: las culturas aborígenes antillanas, explica que los indios Taínos atribuían la fecundación y crecimiento de las plantas y los árboles a los poderes míticos de la luna. “Las fases lunares, el Taíno las utilizó para contar periodos de tiempo (meses) y para fijar actividades”, comenta en el libro. 

Asimismo, el Taíno creía que la luna creciente era la que tenía un caracter mágico para la agricultura, pues el crecimiento de la luna hacía crecer las plantas por la magia de la imitación, explicó Robiou Lamarche en su libro. Aunque  suena limitante, y para quienes sólo se dejan llevar por prueba científica, para los Taínos seguir un calendario lunar significaba  que en los restantes días del calendario se podían llevar a cabo otras innumerables actividades agrícolas. Y asei lo siguen creyendo quienes han abrazado este movimiento biodinámico.

Pero básicamente qué hacer y en qué fase:
Conoce las fases de la luna

1. La luna nueva– Esta fase favorece el crecimiento del follaje y de las raíces. Hay movimiento de agua en los suelos. Se recomienda abonar, podar, preparar los suelos y eliminar las malas hierbas.

2. La luna creciente– En esta fase aumenta la luz lunar y hay poco crecimiento de raíces, pero mucho follaje y movimiento interno de agua. Es propicio para la siembra en terrenos arenosos. 
3. La luna menguante– En esta fase la luz reflejada por la luna disminuye; se recomienda transplantar; la siembra de semillas de germinación lenta. Siembra de maíz, lechuga, zanahorias, batatas y para compostar.
4. La luna llena– En esta fase se describe como un periodo de muy poco crecimiento del sistema de raíces y de follaje, practicamente la planta entra en un descanso. Aquí es cuando se recomienda llevar a cabo actividades como la cosecha, recolección de frutos; fertilizar; sembrar plantas de frutas, entre otras más.
Crea usted o no en la luna, la verdad es que de vez en cuando debemos dejar de mirar  tanto al suelo echarle un vistazo al cielo.
Abona tu vida.